El Cabanyal ya puede deducirse el 50% de la tasa de licencia de obras

El error ha quedado subsanado y los vecinos del Cabanyal-Canyamelar ya pueden deducirse el 50% de la Tasa Previa para la petición de las licencias de obra. Una ventaja de la que se habían visto privados desde el pasado mes de enero sin previo aviso y que venían disfrutando desde 2007, tal y como denunciaron la pasada semana.

Tan sólo cuatro días después se resolvió este «fallo involuntario de la burocracia». Tras la publicación de la noticia el Ayuntamiento se puso en contacto el pasado viernes con la asociación de vecinos para conocer los detalles del problema que se estaba generando y gracias «al diálogo y la buena predisposición entre la Asociación de Vecinos Cabanyal-Canyamelar y el Presidente de la Junta Municipal del Marítimo se consiguió resolver en un sólo día», apuntan.

«No se había tratado de ninguna eliminación del derecho a obtener un beneficio a los solicitantes de licencias de obra en el Área de Rehabilitación del Cabanyal, cuestión que nosotros no llegamos a afirmar en ningún momento, sino que se trataba de un fallo involuntario de la burocracia municipal que había eliminado el citar de forma explícita a dicha al Cabanyal y a otras áreas de rehabilitación, en el documento antes mencionado, como beneficiaria de las ayudas, en contra de lo que venía sucediendo hasta el pasado año», explican desde la agrupación de residentes, según las explicaciones recibidas por el Ayuntamiento.

«Dos no se pelean, si uno no quiere», dice el refrán. «Pues lo mismo podríamos decir de este caso, dos no se entienden, si uno no quiere. Ya no hablamos de dialogar, tan sólo de escuchar», apuntan los vecinos, que se muestran satisfechos con esta rápida subsanación del problema.

Todo lo contrario a la cuestión imperiosa y protagonista que abandera el movimiento cívico y del cual el pasado domingo hubo una multitudinaria muestra y la asociación vecinal ha aprovechado para criticar las recientes declaraciones sobre la propia manifestación y la evolución del proyecto municipal para el barrio tanto de la alcaldesa, Rita Barberá, como del vicealcalde, Alfonso Grau.

«Entendemos que la modificación del PEPRI, que tendrá que tomar como punto de partida, la eliminación de la prolongación lineal de la avenida Blasco Ibáñez a través del Conjunto Histórico del Cabanyal, es un plan que se queda sin el motor regenerador y revitalizador con el que se le había dotado. Un motor que podría producir esos efectos, pero que resultaba excesivamente contaminante para atravesar el delicado tejido protegido por el que debía transitar, al poner en peligro la conservación de los valores que motivaron la protección del Cabanyal, tal como concluye la orden ministerial», apuntan.

Por su parte, el Ayuntamiento defiende una y otra vez el mismo discurso, la «viabilidad» del proyecto y que «se solucionará pronto».

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