Fabra entrega a Puig el Palau de la Generalitat

El expresidente Alberto Fabra ha formalizado la entrega del Palau de la Generalitat a Ximo Puig, con las ventanas y las puertas de la sede del Gobierno autonómico abiertas, en un traspaso de poderes que el PSPV califica de «ejemplar» o «modélico» y por lo que se muestran agradecidos.

Después de la promesa de cargo de Puig en les Corts, Alberto Fabra le esperaba a las puertas del Palau de la Generalitat. A su llegada, ambos se han saludado y Fabra ha hecho de anfitrión acompañando al nuevo presidente socialista al que será su despacho en el primer piso de este edificio tardogótico del siglo XV, mientras más de decenas de personas abarrotaban el patio interior.

Posteriormente, ambos han pasado a la estancia conocida como ‘Salón Dorado’, donde tienen lugar las audiencias institucionales. Tras unos minutos, Alberto Fabra ha salido de la estancia y junto con los miembros de su Consell y personas de su equipo de confianza han abandonado el patio por una pequeña puerta junto al pozo y de ahí, atravesando un corredor hasta la calle por la puerta en la plaza Manises.

‘ADIÓS CON EL CORAZÓN’

Ya en la calle, miembros de la Unió Musical Socialista han despedido al exjefe del Consell con la música de ‘Adiós con el corazón’, un episodio que desde la formación ‘popular’ han considerado una «falta de respeto», dada la «ejemplaridad» del traspaso de poderes.

Desde el Gobierno saliente han destacado la sintonía con el equipo socialista encargado de llevar a cabo el traspaso de poderes y la facilidad a la hora de entenderse entre ambos dirigentes, que se conocen desde hace tiempo porque ambos son de la provincia de Castellón.

El simbolismo de las puertas y ventanas abiertas en el Palau de la Generalitat que el nuevo gobierno quiere imprimir en esta etapa que está por escribir ha sido destacado por el propio Ximo Puig cuando se ha dirigido a los presentes en la plaza Manises, desde el escenario donde actuaba Pep Gimen ‘Botifarra’: «El Palau de la Generalitat es del pueblo valenciano», ha enfatizado.

En este sentido, ha destacado que «hace mucho tiempo que la Generalitat había dejado de ser de todos» pero, «a partir de ahora mismo es de todos y todas valencianos. Muchas gracias por esta aquí, por vuestro afecto y cariño», ha declarado Puig, que era correspondido con proclamas de ‘president, president’.
Puig también ha querido enviar un mensaje a los valencianos y a la que será su compañera en el gobierno, la dirigente de Compromís Mónica Oltra: «Mañana habrá un gobierno y tendrá a la mejor vicepresidenta que nunca ha tenido el pueblo valenciano».

«COMO DEBE SER»

Por su parte, el ya expresidente Alberto Fabra ha manifestado al ser preguntado por ese «traspaso modélico» que es «como debe ser» porque había que «ofrecer normalidad y hacer que la democracia sea el baluarte fundamental de todos los que creemos que se puede trabajar de forma abierta y apoyando siempre a las instituciones y al sistema».

Sobre qué hará a partir de ahora, ha dicho: «Hoy descansar y coger unos días también de descanso» para después empezar «a trabajar otra vez y a organizarnos el futuro».

«SE HAN ACABADO LOS BÚNKERS»

A su vez, Oltra, ya fuera de los focos del escenario, ha declarado a Europa Press que ha sido «muy emocionante abrir las puertas de la Generalitat y que pueda entrar la gente». «Es un símbolo abrir las puertas de la política» y poder decir que «se han acabado los ‘bunkers’ y esa manera de atrincherar las instituciones frente al pueblo».

Asimismo, el presidente socialista de las Corts Valencianes, Francesc Colomer ha celebrado este «día histórico de cambio de ciclo, de cambio de espíritu, de cambio de manera de entender las instituciones, la relación con la sociedad».

«Es un día en el que se abren puertas y ventanas y ojalá todas las esperanzas que la gente ha fundado en este gobierno de este tiempo nuevo seamos capaces de interpretarlas siempre con la máxima lealtad, con el máximo honor y sepamos estar a la altura, que significa trabajar desde el minuto cero en defensa de los derechos y las libertades de la gente en un momento de emergencia social, institucional y moral».

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