Atentado a la Embajada de España en Afganistán

Golpe del yihadismo a la Embajada de España en Afganistán

Se ha producido un golpe del yihadismo a la Embajada de España en Afganistán. Así lo ha confirmado el Ministerio de Exteriores, que ha informado de la explosión de un coche y de la invasión terrorista de la casa de huéspedes cercana a la Embajada sobre las 13.30 hora española. Habría al menos tres insurgentes de la rama talibán implicados en el atentado. Un atentado que se ha llevado por delante la vida de dos personas, aunque la ONG italiana Emergency ha ampliado la cifra de víctimas a siete.

Las fuerzas especiales afganas han actuado de inmediato tras el golpe del yihadismo, acordonando la zona, según ha informado el jefe de Emergencias del Ministerio de Interior de Afganistán. Una institución con una ardua tarea por delante. Los talibanes han asestado en pocos días dos duros golpes contra el régimen democrático, instalado en Afganistán desde 2002 cuya portavocía ha especificado la autoría del atentado por parte de un suicida y a través de un coche bomba.

Minutos más tarde, los talibanes han reivindicado el atentado. Un portavoz de los terroristas ha especificado la autoría del atentado por parte de un suicida y a través de un coche bomba, a través de Twitter.

 
Voces críticas contra la presencia española en Afganistán

Tras el atentado, han aparecido en redes sociales algunas voces que responsabilizan del ataque a la presencia militar de España en Afganistán. Sin embargo, cabe reconocer la importancia de la presencia de nuestro país en el terreno, que se limita a labores de garantía del normal funcionamiento del país desde la postguerra de Afganistán.

Y es que el Ejército de España mantiene a 21 militares en el cuartel general de la OTAN en Kabul, la capital de Afganistán, realizando labores de asesoramiento, desde que en 2002 comenzaramos a formar parte de las operaciones de la Organización del Tratado Atlántico Norte. La misión en la que se enmarca la presencia de nuestras tropas es la Resolute Support. Una campaña de la OTAN en Afganistán que pretende mantener la estabilidad, tras la caída del régimen de los talibán y asesorar a las fuerzas afganas a hacerse cargo de su propia seguridad.

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