El PSPV y Compromís, los dos socios del gobierno valenciano, han pedido a través de sus distintos portavoces que el Partido Popular fuerce la dimisión de Rita Barberá, tras la petición de la fiscalía de imputación de Barberá, que por su condición de aforada debe seguir un trámite distinto al del resto de ciudadanos, a pesar de que no se ha abierto como tal el juicio.
En este sentido, el secretario de Organización y diputado del PSPV-PSOE en Les Corts, Alfred Boix, ha calificado de “autentica vergüenza e irresponsabilidad” que el PP con Mariano Rajoy e Isabel Bonig a la cabeza mantengan a Rita Barberá como representante de todos los valencianos y valencianas en el Senado. El dirigente socialista ha realizado estas declaraciones tras conocer que la fiscalía ha solicitado al Tribunal Supremo que abra causa contra la exalcaldesa de Valencia por la comisión de un presunto delito de blanqueo de dinero en el grupo municipal del PP en el ayuntamiento.
Para el dirigente socialista es “inadmisible” que Rita Barberá se mantenga en el cargo con el “beneplácito de Rajoy y Bonig”. Es por ello que ha instado al PPCV a que tome medidas al respecto y pida “su dimisión inminente ya que no es digna de representar al pueblo valenciano”.
Por parte de los nacionalistas, el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha valorado la petición que ha hecho la Fiscalía de abrir causa contra Rita Barberá por la trama de blanqueo de capitales en el PP de Valencia que está enmarcada dentro de la Operación Taula.
En este sentido, Baldoví ha recordado que «lo hemos dicho hace mucho tiempo: si Rita Barberá no estuviera blindada en su aforamiento del Senado, hace tiempo que estaría procesada formalmente», al tiempo que ha recordado que 9 de los 10 concejales del Grupo Municipal del PP en Valencia lo están, así como el propio PP como personalidad jurídica. El parlamentario valencianista se ha preguntado si «hay alguien que se crea que Barberá no sabía nada de nada cuando era vox populi que en el Ayuntamiento de Valencia, durante sus 24 años de alcaldía, no se movía un dedo sin que antes lo hubiera autorizado la misma Barberá o alguno de sus colaboradores más estrechos y de confianza que ahora mismo se encuentran imputados».