El portavoz adjunto del PSPV en las Corts, Francisco Toledo, ha asegurado que la gestión del conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, «pasará a la historia por su mínima ejecución y su gigantesca morosidad». Al respecto, ha advertido de que la «gran morosidad» de este departamento supone un «lastre» para los sectores productivos.
En esta línea, el diputado socialista ha explicado en un comunicado que, según los datos de la cuenta de 2013 conocidos hace unos días, el conseller Buch solo ejecutó un 81 por ciento del presupuesto, dejando más de 84 millones por gastar, lo que supone que «uno de cada cinco euros del presupuesto no se han gastado».
«Es inexplicable e increíble que una conselleria que gestiona las políticas de empleo así como los sectores industriales, el comercio y el turismo, no haya hecho modificaciones presupuestarias para aprovechar esos 84 millones para generar empleo que es lo que más necesita la Comunitat Valenciana», ha denunciado Toledo.
Según el diputado, además de la «baja ejecución» en esta conselleria, sólo superada por el departamento de Infraestructuras, «es la que mayor morosidad ha generado y con diferencia».
«Tan solo se han pagado un 36,57 por ciento de los gastos comprometidos y se dejan pendientes de pago más de 228 millones que se suman a los 195 millones que se adeudan de ejercicios anteriores», ha indicado Toledo.
Según ha explicado el diputado socialista, el programa en el que el conseller Buch es más moroso es el de Política Industrial ya que tan solo ha pagado, en 2013, un 7 por ciento de lo comprometido. Así, ha indicado que se trata de un sector que se ha visto «seriamente afectado» porque a esta morosidad de 2013, –según ha denunciado Toledo–, hay que sumar el recorte inicial que ya fue del 9,7 por ciento respecto a 2012.
Para el diputado socialista, «estas actuaciones demuestran el nulo interés en la política industrial del conseller Buch». Finalmente, ha calificado de «catastrófica» la ejecución presupuestaria de esta conselleria de la que ha afirmado «es un lastre para los sectores productivos y para la generación de empleo».