Si no cobro, no pago

Los pagos del primer tramo del nuevo mecanismo -que finalmente también incluye a entidades sin ánimo de lucro con fines sociales, ayuntamientos y universidades- comenzarán en octubre, tras culminar el 19 de septiembre la relación de deudas, y se podrá ampliar a otros tramos «con un simple acuerdo de la comisión delegada». El objetivo es «hacer tabla rasa y pagar toda la deuda comercial acumulada» este año «para hacer frente al condicionante del pago a 30 días a partir del 1 de enero de 2014».

En el desayuno informativo Tribuna Mediterránea, organizado en Valencia por la organización Nueva Economía Fórum y que ha congregado a numerosos miembros del Consell y empresarios, Moragues ha indicado que deben «intentar conseguir ese plan concreto y normalizado de pagos«. «Y que luego lo cumplamos, y es lo que pretendemos hacer a partir del segundo semestre», agrega Moragues, quien subraya la importancia de lograr un «déficit asimétrico y que se pueda cumplir» y una mejor financiación de cara a «estar al día con las obligaciones de pago».

Así, reivindica que, «para pagar a 30 días, tienes que tener un déficit que puedas cumplir y una financiación que pague ese déficit» porque, en caso contrario, «aunque se haga tabla rasa a costa de endeudamiento y gastos financieros, se estará en una diatriba de no poder pagar a 30 días y con la amenaza de la Ley de Estabilidad Presupuestaria de medidas preventivas, coercitivas y de corrección«.

Al respecto, Moragues insiste en que «es de justicia» reclamar un déficit asimétrico, «diferenciado pero no a la carta», y reivindica que ante distintos puntos de partida, deuda, infrafinanciación y gasto per cápita, «las cifras de déficit no puedes ser iguales: es como si quisiésemos que Alemania y España tuviesen la misma cifra de déficit, no tiene sentido, es un disparate», sentencia. Es más, opina que hablar de «comunidades incumplidoras» es un debate «parcial, no real» y de carácter «político», sin «fundamento técnico ni jurídico», informa EP.

El titular de Hacienda subraya la «sensibilidad» del Ministerio hacia sus argumentos, que se plasmó en la «reunión rutinaria, de intercambio de información, de total y absoluta transparencia, de coordinación, en sintonía, positiva y constructiva» celebrada este lunes. De ese encuentro, asegura que los «criterios objetivos y técnicos de la Comunitat son de sobras conocidos por el Ministerio» y que, además, «son tenidos en cuenta» por el departamento de Montoro.

Moragues insiste: «La predisposición por parte del Gobierno es positiva porque entiende los esfuerzos de la Comunitat y percibe que vamos en la buena línea, que estamos haciendo las cosas bien y que con una infrafinanciación y gastos financieros como los que tenemos, determinadas cifras y objetivo de déficit no son plausibles». «Creo que lo tienen interiorizado y son conscientes», ha aseverado.

Tras siete meses como conseller que le han parecido «siete años o siete siglos», insta a «demostrar la fuerza social» de la Comunitat en Madrid para mejorar la financiación y ratifica su compromiso con la consolidación fiscal, control del gasto, mantenimiento de prestaciones sociales e incentivar la actividad económica, punto en el que agrega que «la mejor forma de hacerlo es pagando» y que la administración no puede «convertirse en un problema».

De la deuda histórica, responde que «se tiene que saber, reivindicar y pedir», pero también «ver que no es el mejor momento para resarcirla» y, en cuanto al Plan Confianza, que «hay que hacerlo», pero en la línea actual de «control absoluto y milimétrico de tesorería» y planteado «como proyecto de legislatura».

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