En algunos países (Rusia hace años, y más recientemente Korea del sur), es obligatorio llevar una cámara en el interior del coche que grabe todo lo que pasa fuera. Tal fue el dinero gastado por las aseguradoras en compensar atropellos.
Así pues, desde hace años en esos dos países todo aquel que tiene un coche le instala la camareta para grabar y dejar constancia de lo que sucede para que, en caso de accidente, quede todo claro y meridiano. Cuando el conductor es el infractor, pues la prueba del delito la aporta la propia aseguradora del delito pero cuando no, hay usuarios que hacen públicos los intentos más flagrantes de estafar al seguro.
A continuación vemos uno de ellos. Atención a los golpes reiterados de la cabeza del tipo contra el parabrisas del coche.