José Sánchez Labella, Coach

El Coach José Sánchez habla del «Síndrome postvacacional»

El coach profesional José Sánchez Labella que nos acompañará cada miércoles en ‘I ara qué?’ ha hablado en su primera intervención de la nueva temporada del magazine de News FM del “Síndrome postvacacional”.

Con el fin del verano y las vacaciones a 1/3 de los españoles nos aparece el temido “Síndrome postvacacional”. Cambiar la anarquía y libertad de horarios y obligaciones por la rutina del trabajo puede provocar ansiedad, tedio, desordenes físicos y miedo.

Realmente se trata de una mala adaptación a la vida activa y puede durar desde unos días a semanas según la persona. Todo depende de nuestra actitud y forma de entender la vuelta al día a día.

Para empezar, planificar un retorno días antes del primer día de trabajo ayuda para equilibrar costumbres, hábitos de sueño e ir introduciendo poco a poco rutinas para hacerlas más llevaderas. Repartir las vacaciones a lo largo del año también permitirá oxigenarse y recobrar el trabajo con fuerza y ánimos renovados.

Ser positivo, proactivo e incorporar pequeños hábitos disfrutados del periodo estival a nuestra vida cotidiana hará que el “aterrizaje” sea más suave. Deporte, lectura, cafés con amigos, etc. Recordad que nos cuesta lo mismo pensar en positivo que en negativo, así que es una cuestión de “ecología personal”.

Generalmente nos preocupamos más de lo que “no tenemos” que de lo que “tenemos”. Generando una sensación de pérdida y desazón innecesario. ¿Por qué no ponemos el foco en aquello que podemos disfrutar y cogemos lo mejor de nuestras vivencias pasadas y las incorporamos a nuestro día a día? Es una cuestión de Actitud y Autoconocimiento. De generar emociones positivas y de valorar el “aquí y ahora”, de esa forma evitaremos que nuestra “cuenta corriente emocional” esté en déficit y siempre anhelando aquello que no tenemos.

Magnificamos aquello a lo que ponemos el “foco” generando inconscientemente “auto profecías” cumplidas. Por ello si insistimos mentalmente que nuestro retorno a la vida cotidiana va a ser un “fastidio” acabará por cumplirse.

Una vez en el trabajo también podemos introducir cambios para que no exista una dicotomía entre nuestra vida personal (identidad) y profesional. Se trata del “Job Crafting”, que podría traducirse como “Construcción Artesanal del Trabajo”.

Se nos dice cómo, qué y con quién debemos trabajar pero nada nos impide “personalizar” nuestro propio trabajo para adaptarlo a nuestros recursos, preferencias y forma de ser de forma que se estemos más a gusto, hecho que sin duda redundará en un mayor rendimiento laboral.

Este “rediseño” del puesto tiene que ver con la creatividad, con asumir la responsabilidad de poder “crear” un ambiente laboral más acorde con nuestra forma de ser, habilidades y recursos.

Podemos inferir en nuestro puesto de trabajo a través de tres vías:

Funcional: Redefinir el número, la forma y el alcance de las tareas que realizamos. Se pueden incorporar elementos que nos “endulcen” la tarea y estén alineadas con aquello que nos ofrece satisfacción y nos gusta realizar. Nuestras fortalezas y toque personal.

Relacional: Podemos elegir, con un cierto margen, con quién nos relacionamos y de qué forma (limites, afinidad, nuevas relaciones de amistad, etc.).

Cognitivo: Se trata de cambiar la forma en la que “percibimos” nuestro propio trabajo. Según pensemos estaremos condicionando nuestro grado de satisfacción y bienestar. Se trata de silenciar el diálogo interno negativo y dar espacio a las emociones y aquellas situaciones que nos inspiren y permitan dar nuestra mejor versión.

Con estos pequeños cambios podemos conseguir una alineación entre nuestros intereses, motivaciones y fortalezas de forma que se difuminen los roles entre nuestra vida personal y laboral.

¿Para qué ser dos personas según el ámbito pudiendo ser uno mismo?

Podemos, como un artesano, crear el ambiente de trabajo para hacerlo más a nuestra medida. Esto nos permitirá descubrir nuevas oportunidades, habilidades, relaciones, ser más proactivos y redundará, sin duda, en una mayor felicidad y rendimiento.

¿Qué te impide entonces convertir tu trabajo en tu “trabajo ideal”?

Anímate y da el paso!

Texto por José Sánchez Labella, Coach

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