El diseño español y chino se encuentran en Pekín

Tres jóvenes estudios afincados en Madrid y Valencia -Merry Design, Santiago Sevillano y Yonoh- fueron los encargados de dar voz a la «España tecnológica, creativa e innovadora; y no sólo la del turismo y la construcción», en el centro Yan Club del distrito del arte de la capital china, el 798, en el evento organizado por la Oficina española de Exportación e Inversiones (ICEX).

Así es como las presentó el embajador español, Manuel Valencia, ante una sala abarrotada de gente local, cuyo número superó al registrado en su debut en el Instituto Cervantes.

El público, pendiente de móviles e iPads para fotografiar los detalles de las presentaciones de los españoles, destacó el optimismo de los españoles, pero, sobre todo, su «carácter alegre y apasionado».

«Es lo que acaba diferenciándoles del resto de europeos. Los chinos estamos ahora empezando a conocer el diseño español contemporáneo, y su actitud nos gana», señaló a Efe una joven diseñadora china, Liu Yuhan.

Como Liu, otra asistente destacó la capacidad por «saber absorber e interpretar» y la mezcla de culturas de los españoles.

Y es que la cultura árabe fue uno de los destacados en, por ejemplo, la presentación de Santiago Sevillano, fundador valenciano del estudio que lleva su nombre, quien recordó «la historia árabe de España» a través de una de sus obras de iluminación para exteriores.

Esa versatilidad también la demostró Alejandro Selma, del estudio también valenciano Yonoh, quien, con una presentación moderna, mostró al público los diseños inspirados en sus viajes tanto por España como al extranjero: desde los jarros creados tras una visita a Córdoba o «Sumo», el sofá que surgió de su estancia en Japón.

En el caso del madrileño Merry Design, su fundador, Alfonso Merry, junto a Paul José Heredia, sorprendió al público chino con la oportunidad de aprovechar el material industrial en piezas para la casa, como en «Panrico», un sistema de almacenaje flexible y fabricado con cajas verdes utilizadas, por ejemplo, en supermercados.

Tras ellos, y antes de la charla en la que se intercambiaron experiencias como el sistema de colaboraciones con empresas externas, le llegó el turno a las firmas chinas Tiantan Furniture, Qumei Furniture y HC28, tres de las empresas más importantes del sector del mueble en China e interesadas ahora en invertir más en diseño.

De la misma manera que los españoles destacaron su carácter mediterráneo y/o apasionado, las chinas pusieron énfasis en su milenaria cultura que se refleja en sus piezas. Como las del gigante mobiliario Tiantan, única empresa estatal que se dedica a la producción de mobiliario y que cotiza en la Bolsa de Hong Kong y Shanghái, cuyo estilo imperial de muebles se puede ver en múltiples organismos oficiales de Pekín como en el Ejecutivo chino y hasta en empresas petroleras como Sinopec.

Qumei y HC28, en su caso, pusieron un toque más innovador a sus creaciones -y presentaciones- y dieron la clave de sus colaboraciones con empresas extranjeras.

«El mueble de la dinastía Ming es el más famoso de China. No sólo debemos copiarlo; también debemos añadir algún diseño innovador», explicó Li Fei, de HC28, quien, junto a los representantes de Qumei, dejó entrever que, más allá de exportar sus diseños, China quiere introducir «novedades» en el país, una puerta abierta para los españoles -y extranjeros- que estén y que consigan conquistarles.

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