El último eslabón de la música

 

 

Los promotores musicales, esos héroes anónimos que hacen posible que tus bandas y artistas favoritos lleguen a Valencia. “El que se juega la pasta” nos dice Ivan, “los que ponen de acuerdo a banda, representante, sala y equipos para levantar un concierto”, así lo define Neus. Hablamos con los capitanes de Tranquilo Música y Mundosenti2 para que nos desvelen los entresijos de esta industria. Neus Aulló e Ivan Labarta nos hacen de guías.

Neus es una de los responsables de Tranquilo Música. Junto con Juan Enrique León, fundaron en 2005 esta forma de vida que les permitía trabajar en  lo que más le gusta, la música. Su especialidad son los conciertos de pequeño formato, aquellos que se desarrollan en locales de un aforo inferior a los 1.000 espectadores: Wah-Wah, Noise, El Loco, Black Note y más recientemente el Espai Rambleta…

Son moderadamente optimistas sobre la evolución de esta industria en Valencia. “Valencia ha tenido una larga  tradición de conciertos. Anualmente producíamos entre 50 y 70, es decir más de uno por semana. Ahora esta cifra ha bajado, pero se mantiene alta. Uno de los problemas de la ciudad es la falta de locales de tamaño intermedio tipo Joy Eslava (Madrid)  o Razzmatazz (Barcelona). El aforo máximo en Valencia la tiene Mirror donde caben 1.000 personas. Haría falta salas con capacidad entre 2.000 y 3.000 entradas, ya que la siguiente opción es el concierto montado “ad hoc” en el que se tiene que crear el espacio de la nada y donde los costes lo hacen inabordable.

Otro aspecto que ha de surgir en esta entrevista es el problema económico al que  Neus añade una serie de matices. “La música sufre los avatares de la crisis y de la falta de efectivo que pena un público mayoritariamente joven. A ello hay que añadir el castigo que se la infringido a la industria cultural con el aumento del 8% al 21% de IVA y para colmo el 10% de taquilla (no de beneficio) que automáticamente se lleva la SGAE”. “Nosotros somos el último eslabón antes del público y creo que la única forma de que esto siga adelante es esforzarnos por rebajar todos los sumandos que componen el precio de una entrada: artista (y manager), sala, técnicos y, por supuesto, impuestos.”

El perfil de Ivan Labarta y su empresa, Mundosenti2, es más abierto y generalista. Ante la crisis su opción ha sido abrir el abanico de ofertas y en su web se pueden adquirir entradas para conciertos de cualquier formato, festivales, galas de premios, lanzamiento de productos, fiestas corporativas… Tradicionalmente Mundosenti2 ha organizado todo tipo de eventos, más allá del musical. Como empresa ofrece “el espectáculo-evento como eje del marketing más innovador. Desde grandes espectáculos con artistas internacionales a eventos privados de pequeño formato”.

En su currículum vemos bandas como Alejandro Sanz, Depeche Mode, Héroes Del Silencio, Jamiroquai, Los Enemigos, Pet Shop Boys, The Waterboys, The Pretenders o Supertramp. En su futuro vemos al Sr Chinarro,  Sara Baras, Fangoria, Rosario, Revolver, La Habitacion Roja, Lori Meyers o el Cirque Du Soleil.

Iván, más pesimista que Neus en cuanto al futuro de la industria, nos cuenta que Valencia casi no existe para el artista nacional en gira, este año nos han visitado Pablo Alborán y Alejandro Sanz y poco más. A nivel internacional la cosa está todavía más cruda. El último concierto de cierto nivel que vino a Valencia, el de Shakira, nos recuerda que fue en el 2011.

Ivan nos hace números para que entendamos mejor la magnitud del negocio. “Un concierto de sala, tiene un coste entre los 2.000 y 3.000 euros. Esto incluye sala, técnicos, equipos y promoción. El caché del artista va aparte. Un concierto grande, por ejemplo el de Shakira, necesita una inversión de entre 300.000 y 400.000 €, sin contar la parte del artista”.

En cuanto al panorama de la industria opina que todo está influenciado por el valor de la música y el peso de la economía “El gran publico ve la música como un elemento accesorio y obviable y desde la irrupción del streaming, gratuito. La música ya no tiene valor”. ¿La solución para Ivan? “Simple y llanamente que se mejore la situación económica en general y que la gente vuelva a tener dinero para gastar. Entonces con ese plus en el bolsillo alguien a quien las cosas le vayan mejor se planteará comprar una entrada del grupo que le gusta”, así funcionaba el mercado antes de la crisis. 

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