Las universidades, por una mejor política rural

El Grupo de Análisis sobre Territorios Rurales (GATER), formado por profesores de las cinco universidades públicas valencianas, ha elaborado un informe en el que se propugna una nueva política rural aplicable a la Comunitat Valenciana, que introduzca incentivos territoriales y mejore los servicios públicos y la gobernanza.

En el documento, los expertos plantean la necesidad de un debate sobre la estructura institucional de los territorios rurales y, en concreto, «cuestionan el papel de las diputaciones provinciales», que consideran que «muchas veces, al margen de otros posibles efectos, favorecen redes clientelares de escasa eficacia en el desarrollo rural».

Con el fin de examinar «de manera integral» todas las políticas que afectan a los territorios rurales y establecer las pautas para conseguir el mejor modelo territorial, los diez profesores que forman el GATER se han reunido con más de 70 expertos en el Taller ‘Hacia una nueva política rural y territorial en la Comunidad Valenciana. Incentivos territoriales, servicios públicos y gobernanza’.

En él participaron actores cualificados del medio rural –procedentes de la administración local y autonómica, los grupos de acción local, la sociedad civil y el empresariado rural–, tanto de la Comunitat Valenciana como del resto de España. El grupo de expertos ha sintetizado «las líneas maestras de la que debería ser una nueva política rural valenciana». Por la Universitat de València han participado los profesores Javier Esparcia y Jaime Escribano, según ha informado la institución académica en un comunicado.

Estos expertos propugnan, por un lado, la implementación de incentivos territoriales, mediante políticas de estímulo a las actividades económicas, a través de un enfoque estratégico, que incluya un apoyo decidido al sector privado. Por otro lado, en el documento elaborado se analiza la componente social del desarrollo territorial y sus desequilibrios en la Comunitat Valenciana, definiendo los campos de acción de una política social rural en educación, sanidad, servicios básicos y transporte público.

Asimismo, los expertos defienden la necesidad de una nueva gobernanza rural, «que articule la sociedad civil y la política local, otorgando gran importancia a la participación para lograr avances en la cooperación territorial y que aumente el capital social, impulsando liderazgos, mejorando las estructuras de coordinación y desarrollando acciones de pedagogía política y de difusión».

Los expertos concluyen analizando los retos para la democracia y la transparencia que se abren en el período 2015-2020 y piden que la selección de los grupos que opten a los fondos europeos de desarrollo rural (y en la medida de lo posible, la delimitación de las áreas LEADER) «no se lleve a cabo hasta después de las elecciones locales y autonómicas del próximo mes de mayo, para evitar hipotecar el futuro de los grupos con unos actores públicos no surgidos de las elecciones locales».

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