Los beneficios de la lectura en los niños

 

¿Por qué es bueno empezar desde tan temprana edad? Porque aunque parezca mentira un niño a esas edades puede disfrutar de un libro e incluso puede llegar a tener cierto apego por un cuento en concreto.

La lectura beneficia a los más pequeños en todos los sentidos, porque ayuda a su pleno desarrollo aumentando su habilidad para escuchar, comprender y prestar atención, también aumenta su capacidad para imaginar y además incrementa su vocabulario.

A los niños tan pequeños hay que ayudarles a adquirir el hábito de lectura, para eso la presencia del adulto es imprescindible, a esa edad tan temprana, el menor aún no sabe leer y será el adulto quien dramatice la historia.

Para que la lectura sea agradable hay que buscar un momento adecuado y crear un ambiente relajado para que el peque no se aburra y para que papá, mamá o quién haga la lectura pueda sacar a escena el niño que lleva dentro.

También hay que señalar que es muy importante que el libro corresponda con la edad del menor, no vaya a ser que a alguien le dé por leerle a su hijo un libro escrito en castellano antiguo, porque os aseguro que no prestarían mucha atención.

Si queremos crear el hábito de lectura es importante repetir ese momento de lectura con el peque con la mayor asiduidad posible, de esta forma, repitiendo día tras día, llegará un momento en que ellos solos cogerán un libro y se sentarán a disfrutarlo tranquilamente.

 

Biblioteca #VLCKdis

La editorial OQO nos ha recomendado en #VLCKids tres libros muy divertidos para que los peques puedan disfrutarlos con vosotros:

¿Dónde estás, Caracol? (edad recomendada de 3 a 7 años)

Esta historia trata sobre un encuentro casual que se convierte en auténtico flechazo para Lagartija quien decide salir a buscar a Caracol cada día.

No obstante, como tantos otros relatos clásicos de amor, la relación de Caracol y Lagartija parece imposible. Si, en otros, los obstáculos provienen de pertenecer a clases diferentes, en este caso, a especies dispares: Caracol no puede salir al sol, ya que se seca, y aguarda escondido dentro de su caparazón a que comience la lluvia. Por el contrario, Lagartija enferma si se moja.

Estamos ante una historia de constancia por parte de los dos protagonistas y también de lucha contra la adversidad, aunque esta sea, principalmente, meteorológica. Consecuentemente, Caracol y Lagartija tendrán su merecida recompensa, como suele suceder cuando hay tenacidad y nos guían los buenos sentimientos.

 

¡Maldito diente! (a partir de los 8 años)

Es un cuento para que los niños se enfrenten, con desparpajo y sin complejos, a esa etapa difícil y poco agradable de la caída de los dientes de leche. Para ello, como siempre, no hay nada mejor que refugiarse en el humor.

Hay métodos clásicos como atar un hilo al diente y, por el otro extremo, al pomo de una puerta, a la espera de que alguien abra la puerta y, ¡tachán!, se lleve el diente.

Pero otras veces, como ocurre en este libro, no es fácil, ni mucho menos. Para estos casos difíciles, el escritor Pep Bruno y la ilustradora Amrei Fiedler presentan una serie de propuestas divertidas, imaginativas y un tanto surrealistas, que no garantizan al cien por cien que el diente acabe cayendo, pero sí carcajadas.

 

Montañas en la cama (para niños y niñas de 8 a 12 años)

En este cuento la autora presenta la incursión nocturna del pequeño Martín a la habitación de sus padres que desemboca en un divertido relato, en el que se aborda la sexualidad con mucho humor, naturalidad y la dosis justa de ternura.

El tema del sexo no se debe evitar en la infancia, ya que forma parte de una educación sana y la exposición sin prejuicios de las muestras de amor  contribuye al desarrollo afectivo. No obstante, su enfoque debe ser acorde con la edad y la capacidad cognitiva. Por ello, es conveniente que el adulto ofrezca información proporcional a la curiosidad del niño o niña y nunca más de la solicitada.

La escritora María Molina, reproduce sin ningún tipo de edulcoración —pero sin caer en lo soez o lo burdo— los diálogos entre el padre y la madre, que el pequeño escucha tras la puerta del dormitorio. La inocencia de Martín y su gran imaginación hacen que acabe transformando la noche de amor de sus padres en la subida a una montaña bastante empinada.

La esencia de este álbum es la naturalidad y delicadeza con la que se acerca a la sexualidad. La narración del cuento permite que el lector tenga acceso a la situación real y, por otra parte, a la interpretación que realiza Martín de lo que sucede en la cama de sus padres; lo que da lugar a un relato hilarante, con escenas tremendamente cómicas.

 

Gema Marí

Periodista+Educadora Infantil

@gemari

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