Juan Vicente Pérez Aras, Diputado Nacional PP. Un Consell y una Legislatura agotados

Estabilidad frente a la incertidumbre

Sin lugar a dudas nos enfrentamos al momento de mayor incertidumbre política de nuestra democracia. Una Izquierda convulsionada en su lucha cainita por conseguir el liderazgo ideológico y recomponer esa ruptura histórica entre el marxismo y la socialdemocracia. Una ruptura del pasado que la “nueva” izquierda populista busca restaurar con una estrategia calculada que le ha llevado a ir tejiendo poco a poco, desde aquel 15-M, una tela de araña alrededor del PSOE. Ahogado en sus propias incongruencias, el socialismo es rehén del populismo más radical. Una historia que inició Zapatero con su apología del Tinell y sus cordones sanitarios al PP. De ahí que los restos de aquél Partido Socialista deben dilucidar no ya su incierto futuro, sino el de todos los españoles.

Aquella “tercera España” a la que hacía mención Luis Lucia, no la de unos ni la de otros, sino la de todos, pues todos hacemos falta para salir de esta incertidumbre que extiende su negro velo sobre la política nacional. Por ello es necesario blindar esa recuperación que asombra a todos. A todos, menos a los propios españoles, como siempre prestos a la crítica fácil y descarnada, aún a pesar del elevado coste que nos ha supuesto salir de la crisis que la izquierda obvió.

Elección tras elección, las urnas han ido poniendo a cada cual en su sitio, aunque a algunos no les guste demasiado. Unas urnas que arrojaron un mandato imperativo de la ciudadanía: “entiéndanse Señorías, pónganse de acuerdo”. Un mandato violentado una y otra vez por aquellos que buscan nuevas fórmulas que justifiquen su fracaso electoral en su asalto a los cielos. Otra cortina de humo para confundir a la ya atónita ciudadanía que asiste a esta ceremonia de la confusión, alentada por aquellos que solo buscan romper con los grandes consensos constitucionales que nos han permitido vivir el mayor período de crecimiento social y económico de nuestra historia.

Una posición, la del PP, que se mantiene incólume desde diciembre de 2015 con una oferta de gobierno sustentada en tres pilares: moderación, estabilidad y futuro. Una oferta compartida por la inmensa mayoría de españoles, que necesitan certidumbres, seguridad, confianza, respeto a las reglas y al Estado de Derecho. Los españoles ya han visto cómo se las gastan los gobiernos del cambio, los que venían a cambiar el mundo.

Por ello se necesita un gobierno en plenitud de funciones, que genere estabilidad, seguridad y confianza para afrontar las dificultades y retos a los que nos enfrentamos. La izquierda radical y populista, con sus guiños secesionistas, sigue sin darse cuenta que su Arcadia feliz no es de este tiempo. Tampoco lo fue de ese pasado en el que sigue anclada, tras la caída de un muro que constató el fracaso de su ideología trasnochada.

Es la hora de afrontar la formación de un nuevo gobierno para España. La alternativa es una nueva cita electoral que podría poner en aprietos a más de uno. En el Partido Popular lo tenemos claro, en defensa siempre del interés general. Por eso seguimos demandando ese gobierno necesario sustentado en tres principios irrenunciables: el respeto escrupuloso a la voluntad de los españoles (manifestada democráticamente en las urnas), unidad en torno a los valores constitucionales y la capacidad de un Ejecutivo sin las manos atadas, capaz de ofrecer a todos los españoles un marco de estabilidad. Y en este escenario, el Partido Popular es el único que ofrece un proyecto de estabilidad y futuro para España.

Artículo de Juan

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