Valencianos: resistencia, acción y unión

Los tiempos andan revueltos y parece que han tocado el “sálvese quien pueda”. Así lo ha entendido Artur Mas y la oligarquía a la que representa y abandera.

Confiando o sospechando en la debilidad del Gobierno pretende la independencia de Cataluña del Estado Español, separándola de la Nación Española, y sometiéndola al poder de la minoría de pudientes oligarcas catalanes, llámense Puyol, Maragall, Bofarull, etc. etc. Los que siempre han estado uncidos al yugo continuarán tirando del mismo. De amos cambiarán, pero… La sospecha de que lo han montado para ocultar la malísima situación de Cataluña, traspasando la culpabilidad a España, por la falta de cariño hacia ellos, el desprecio secular, la falta de atención, ridículas excusas para un pueblo desorientado se han extendido y repetido durante unos treinta años desde las escuelas, ahora recogen los frutos en las calles y en las urnas. Lo mismo que pasará en Valencia dentro de poco si la Catalá no para a Escola Valenciana.

Aquí en Valencia, los valencianos, lo observamos y adoptamos distintas posiciones, unos, quizás los más, no se alteran, lo toman como algo esperpéntico y ridículo, sin importarles las consecuencias.

Otros, los menos, son los que siguen proclamando su catalanidad a los cuatro vientos, incluso en las propias Cortes Valencianas, considerándose catalanes aunque pacen en Valencia y los mantenemos el resto de los valencianos, luchan, paradójicamente, a favor de esta oligarquía catalana, ellos que se dicen representantes de la clase obrera. Son la izquierda radical.

Algunos, algo más que los menos, sobre este asunto no se han comprometido públicamente, se han puesto la piel de cordero y miran hacia otra parte, no obstante sabemos que su compromiso está, también, con la oligarquía catalana, a pesar de que, como los anteriores, pacen también en el Reino de Valencia.

Hablan del “valencià” o de la “nostra llengua”, ensalzan las virtudes de nuestro pueblo, es decir que, aparentemente, hacen la pelota todo lo que pueden. Al menos, los primeros, dan la cara, van a pecho descubierto.

Unos y otros son la izquierda pura y dura, la que admira el comunismo o lo sigue y a cuyos militantes antaño llamaban los “rojos”.
Un tercer grupo, numeroso, constituye la izquierda moderada. Gobernó Valencia durante muchos años, ahora está en horas bajas, muy bajas, y no levanta cabeza se dice por ahí.

El haber caído en manos de un grupúsculo que impuso la doctrina pancatalanista al propio partido y que lo controló con mano férrea en colaboración íntima con los anteriores les ha pasado factura, la deuda es amplia y tardará tiempo en pagarla. País Valencià insistentemente, lengua catalana, Països Catalans, no al trasvase del Ebro, sí a las desaladoras-timo de trileros, no a las Fallas, sí a la Moixaranga, no al Himno Regional, no al Nacional por supuesto, no a la Real Academia de Cultura Valenciana, etc. etc. etc.

Por último están los que nos gobiernan. Aquí hay de todo. En otros tiempos, cercanos, en connivencia con aquella oligarquía, con los Puyol, Maragall, Bofarull, etc. vendiendo lo que fuera a cambio de un plato de lentejas. El daño fue inmenso a nuestra lengua, historia y cultura. Contemplado todo, con estupor y letargo, por el mayoritario grupo de afiliados y votantes con firmes principios y sentimientos valencianos.

Aún hay muchos “tibios” ahí, son los que buscan un modus vivendi, como en otros lugares. Pero todo ha cambiado bastante. Han recogido los restos del naufragio de aquel gran partido, con pies de barro, que aglutinó al Pueblo Valenciano, parte del mismo integrado en una Secretaría de Identidad, de cuya existencia, aparte en el papel, esperamos tener constancia inmediata, la arrogancia y el desafío insultante y constante de la AVL lo exige. La última propuesta del nuevo conseller, Sr. Santamaría , no termina de convencer al creer que se irá diluyendo y si se aprueba no se aplicará.

Lo que se avecina lo exige. Los catalanes no se quieren ir solos, la Quinta Columna de aquí los apoyará, nos quieren arrastrar con ellos al abismo. Resucitarán la batalla que sea. Perdieron la de la bandera, la del himno y la de la denominación (bueno, ésta la perdimos todos), pero no la de la Lengua, ahí tienen la cabeza de puente de la AVL. Luchan por la independencia y por la expansión, la lengua es fundamental, se apoya la imperial creación en ella para fundar, de la nada y con el apoyo, aquí y en Baleares, de esa Quinta Columna que domina en casi todos los centros de enseñanza, con células de acción constante en las principales poblaciones del Reino, la Gran Cataluña, els Països Catalans.

Resistencia, acción continuada y la unión ya son de primera necesidad, empezando en las escuelas, donde la inmersión catalana está extendida y tolerada, lo esencial desde ahora, fundamental, con o sin la Sra. Catalá, cuya estrategia nos conduce al abismo.

¿Continuarán nuestros políticos y, en general, nuestros flamantes intelectuales y pueblo en general, dormitando a la sombra de nuestros naranjos (ahora en liquidación por derribo), de nuestras palmeras (abatidas por el picudo) y de nuestro bienestar (en retroceso), o reaccionarán de una vez con valor y energía?

Ya vorem.

Ir arriba