Bankia tiene ofertas, pero nadie quiere vender el Valencia

La entidad bancaria era la más expectante a la hora de afrontar el cónclave de más de dos horas que tuvo lugar ayer. Con dos representantes presentes en la reunión, Bankia escuchó de voz de Amadeo Salvo y Aurelio Martínez las bases de la «solución provisional» que se puso sobre la mesa. Y les gustó lo que escucharon.

Hasta el punto de que, aunque no se firmó ningún papel ni NDA (acuerdo de confidencialidad) que salvaguardase el contenido de las conversaciones mantenidas, todas las partes hicieron propósito de mantener la máxima discreción en los próximos días. Habrá más reuniones, menos ‘telegrafiadas’ que la de ayer. Se seguirán acercando posturas. Y, una vez firmado ese principio de acuerdo, el Valencia y su Fundación explicarán con detalle ante los medios el contenido del mismo.

Según pudo saber VLC NEWS, en la Fundación reinaba ayer por la tarde un moderado optimismo. Se salvó una bola de partido, pero se sigue lejos de cantar victoria. El más satisfecho era Aurelio Martínez -que delegará en los próximos días una parte de sus funciones en Antonio Paños, vicepresidente de la Fundación, al arrancar su trabajo lectivo en la Universitat de Valencia-, al haber comprobado de primera mano la buena predisposición del banco a ‘abrir la mano’ y flexibilizar su postura. La alegría no fue completa, porque a la Fundación le hubiese gustado salir de la reunión con un acuerdo firmado que dotase de tiempo y oxígeno al club.

Tampoco sorprendió la postura inamovible de la Generalitat, representada por el conseller de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Carlos Moragues, y el director general del IVF, Enriques Montes. Ambos se remitieron en todo momento al auto en que la juez ejecutaba de forma provisional la sentencia que liberaba al Consell. Y no tenían mucho más que aportar. Eso sí, todas las partes coinciden en un detalle: a fecha de hoy, los indicios apuntan a que finalmente la magistrada acabará ratificando la validez del aval. El IVF será el avalista. Todos lo creen, incluida la Generalitat. Mientras llega ese momento, se busca un ‘parche’ que deje a todas las partes satisfechas.

Ayer se dio el primer paso de un camino que Valencia y Fundación quieren recorrer lo antes posible. Cuanto más se tarde en firmar un documento que solvente provisionalmente el problema, más intereses se acumularán y mayor será la inquietud. El banco, con ofertas de compra bajo el brazo como último recurso y la posibilidad -en caso de tener que avalar- de vender el paquete accionarial mayoritario, sigue a la espera. La contrarreloj para firmar la «solución provisional» de la que habló ayer Salvo ha comenzado.

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