«Creo que GLOVAL se va a quedar en una declaración de intenciones»

A lo largo de casi tres décadas, la figura de Andreu ha estado ligada a los despachos del club de Mestalla. Entró en ellos por primera vez de la mano de Arturo Tuzón en 1986 para ayudar a sacar del pozo a una entidad hundida deportiva y socialmente. Con el paso de los años formó parte de distintos consejos de administración, con cíclicas salidas del club que tiempo después volvían a ser entradas. Tras la llegada al poder de Manuel Llorente en 2009, fue asesor económico externo del consejo hasta que, el pasado mes de enero, se vio obligado a entrar para cubrir la marcha de Antonio Sesé. Finalmente, el 10 de abril, fue nombrado presidente tras la dimisión de Llorente.

Impulsor de una iniciativa que pretende encontrar mil inversores que compren paquetes de 50.000 euros en acciones de la Fundación VCF para lograr un reparto accionarial mayor, el desplazamiento a Sevilla del pasado fin de semana supuso la última vez que presidía un palco de autoridades. En el hotel del equipo horas antes del decisivo partido en el Pizjuán, Andreu quiso hablar con VLC NEWS sobre sus sensaciones en estos últimos días como presidente.

¿Hoy termina una experiencia bonita o complicada para Usted?

Se queda a medio camino. Bonita porque me hacía ilusión presidir el Valencia aunque fuera un par de meses. Pero, por otra parte, sabéis que han habido… problemas. Problemas que han creado un poco de preocupación. Acaba una etapa y entra gente nueva, a ver si tienen suerte porque la suerte de ellos es la del Valencia.

Le escuché decir una vez que presidir el club era una ilusión desde pequeño.

Ha sido inesperado para mí. Quizá por mi carácter, nunca he creído que sirviese para ese cargo. Por mi forma de ser y de decir las cosas, creo que el cargo no me pega. No soy político en ese sentido, y aquí hay que usar la diplomacia, la discreción… Mis amigos me lo dicen, que no sirvo para eso.

Han sido cuatro años y la valoración debería hacerse de forma global. Sin embargo, parece que en esta recta final se ha enrarecido todo…

Creo que la valoración debe ser muy positiva, diría que inmejorable. Se ha reducido la deuda, y en lo deportivo es difícil mejorar. Estar tres años en la Champions es lo máximo a lo que se puede aspirar. Sí, puedes conseguir títulos como una Copa del Rey y competir, pero la Champions es vital económicamente.

¿Era este presidente y este consejo el que necesitaba el club en 2009?

Indudablemente. Hacía falta por el endeudamiento y las pérdidas en la cuenta de resultados. La situación era muy delicada, esos meses no se podía pagar a los jugadores y eso había que cortarlo. A partir de la gestión de este consejo, esa dinámica cambió totalmente.

Usted alega entonces que estabilizaron la caída en picado del club. Una vez hecho eso, ¿quizá es el momento del cambio?

Se ha estabilizado pero también se ha empezado a crecer. Este año va a haber un beneficio de 14 millones de euros, eso era imposible hace cuatro años.

¿Qué sensación le provoca el nuevo consejo que entrará en la Junta?

No conozco a nadie. Es gente nueva, lógicamente van a hacerlo lo mejor posible. Quizá eche de menos su conocimiento de ‘la empresa fútbol’. Van a encontrarse con una empresa que no es una empresa normal. Tiene unas connotaciones, un seguimiento diario de los medios, que tiene en cuenta el sentimiento… Ese ‘algo más’ lo aprenderán con el tiempo.

Usted es escéptico con el proyecto GLOVAL de Salvo, ¿cierto?

Vi el proyecto y, visto sobre el papel, es bonito y ojalá llegue a buen puerto. Pero creo que se va a quedar en una declaración de intenciones porque va a ser muy difícil, por no decir imposible, poder aplicarlo a rajatabla. Hay que conjugarlo con la situación económica y deportiva actual. En la cantera no vale cualquiera. Es complicado, teniendo en cuenta que la afición está ahí. que quiere que el equipo gane, que jueguen canteranos…

Salvo dijo que no quería hacer críticas al pasado, pero quizá hubo alguna indirecta velada hacia Ustedes. ¿Se sintieron aludidos?

Ahí no estuvo demasiado afortunado. Por ejemplo, lo que él aproveche de la cantera ahora ya ha sido creado en Paterna. Hay tres o cuatro jugadores que pueden saltar a Primera esta temporada: Alcácer, Portu, Carles Gil, Gayà, Salva Ruíz… Hay un caldo de cultivo que es un trabajo de estos años.

Se dice que la Junta de hoy va a ser larga y espesa, con muchas intervenciones.

Yo haré lo posible porque sea corta. Aunque las Juntas se usan para hablar de todo, el órden del día está muy concreto: «Cese y nombramiento del consejo de administración». Pero luego en los ruegos y preguntas puede salir de todo, y eso no lo podemos evitar. Esperemos que no sea demasiado larga.

¿Qué me dice de su proyecto «Un Valencia para los valencianistas»?

Es un poco utópico, un poco romántico. Puede ser. Pero siete personas hemos apostado por esto y vamos a intentarlo. Si lo conseguimos va a ser muy beneficioso para el Valencia, porque ya no habrá una concentración de poder como lo hay ahora con la Fundación o la había antes. En esta Junta, lo que presente la Fundación se aprobará. De la otra manera sería más democrático. Que lo consigamos o no dependerá de la reacción de la gente, aunque somos conscientes de que es complicado.

Y tras dejar el club, ¿cómo será su vida a partir de ahora?

Aunque la gente no se lo cree, voy a ser un simple aficionado. No voy a entrar en lo que me quede de vida en un consejo de administración. Eso no quiere decir que no pueda ser crítico con las cuentas que se presenten en una asamblea. Mi familia lo agradecerá, mis hijos que trabajan en un despacho también, porque llevo dos meses sin casi pisar el despacho… (Risas) Y mis nietos, que son ahora mismo la alegría de los abuelos.

¿Cuántos son?

Tengo seis nietos. Me han salido todos del Valencia, no juegan pero lo llevan dentro. ¡Si no, los desheredo! (Risas)

¿Y estos últimos dos meses cómo han visto su presidencia?

El pequeño me veía por la tele y me preguntaba: «Abuelito, ¿tú eres famoso?» Y le explicaba que tengo un cargo y que ahora salgo más por la tele. Pero a partir de la Junta eso cambiará.

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