Las piezas han ido encajando con el paso de los días después de que el jugador hiciese saltar el puzzle por los aires hace más de diez días. Sus explosivas declaraciones terminaron por romper definitivamente las relaciones entre Rami y el cuerpo técnico, además de con gran parte de sus compañeros de vestuario. Los ‘dardos’ de otros jugadores en forma de fotografías en redes sociales y mensajes de unidad tienen al galo como claro destinatario.
Ya aquella noche de martes en Granada, Miroslav Djukic tomó la decisión de no volver a contar deportivamente con Adil Rami. Nada que ver con el caso, por ejemplo, del argentino Piatti, que nunca tuvo una mala palabra y siguió entrenando como uno más a la espera de minutos. Djukic lo quería fuera, y esa misma noche el francés fue desconvocado y ‘expulsado’ del hotel del equipo.
Desde ese momento, los farragosos cauces legales han seguido su curso. El club sancionó al futbolista con la apertura de un expediente disciplinario ante el cual Rami y sus nuevos asesores legales presentaron alegaciones el jueves por la tarde. Ayer era el día para que las partes se viesen las caras, y el galo estuvo en su papel: Rami pidió disculpas a Amadeo Salvo, Braulio Vázquez y Luis Cervera. Djukic no estuvo presente porque, según el serbio, ya hace días que cumplió con su obligación como entrenador.
El arrepentimiento del futbolista –«sincero», según alguno de los presentes en el cónclave- sirvió como atenuante, siempre atendiendo a la versión del Valencia, para que la sanción definitiva para el jugador sea ‘sólo’ de una semana de suspensión de empleo y sueldo -acorde al código de Regimen Interno del club y con el beneplácito de la AFE-, que empieza a ejecutarse a partir de hoy. Después, podrá reincorporarse a la disciplina del club.
Eso sí, el cuerpo técnico con Djukic a la cabeza mantienen su idea inicial: pese a que todavía no está claro si el central se ejercitará en el mismo espacio y a la misma hora que el resto de la plantilla, el serbio está dispuesto a mantenerse firme y no volver a convocar al futbolista para ningún partido oficial.
Mientras el día a día de Rami recupera la normalidad, tanto el jugador como sus abogados –Luis Chabaneix y Carlo Alberto Brusa, que curiosamente representó al galo Franck Ribery en el espinoso ‘caso Zahia’ hace un par de meses- trabajan desde hoy mismo junto al Valencia para buscar una salida en el mes de enero. Una circunstancia que, pese a aceptarse con resignación, en el club no ha hecho ni puñetera gracia debido al evidente perjuicio económico que supondrá ceder o malvender a un futbolista que ha pasado de tener un excelente cartel a principios de verano a rebajar su cotización muchos enteros en el mercado. La delicada situación actual, no obstante, no ha impedido a clubes como la Roma interesarse en las últimas horas por una posible salida del jugador rumbo a Italia.