Tras el calentamiento, rondos y juegos de posesión, llegó el momento del trabajo táctico. Y el once volvió a ser el mismo que en los dos partidos anteriores, con el asterisco de la titularidad de Alves ayer ante el Waldhof Mannheim. La línea defensiva parece, a esta fecha, inamovible: a la espera de que Guardado regrese de sus vacaciones y recupere la forma óptima para pelear por un puesto, Aly Cissokho es el dueño del carril zurdo. La titularidad de Joao Pereira en la banda opuesta está fuera de toda duda. En el centro de la defensa, la pareja de centrales ‘inventada’ por Braulio sigue marcando el ritmo: Ricardo Costa y Mathieu mandan, anticipan, cortan y poseen el criterio necesario para sacar el balón jugado. Bajo palos, Guaita parece ser el escogido por el técnico de Sabac.
El mediocentro defensivo es toda una incógnita. Javi Fuego parece tener un mayor ritmo competitivo, por las capacidades recuperadoras del asturiano son muy similares a las de Oriol Romeu. Existe, no obstante, un matiz importante: a la hora de retrasar la posición para sacar el balón desde atrás, Dani Parejo es el encargado de realizar esa labor cuando forma dupla con Fuego en la medular. En cambio, Romeu –que en la sesión se emparejó en el doble pivote con Éver Banega– se basta para retrasar unos metros su ubicación y echar una mano a la hora de sacar la bola limpia desde atrás. Un factor importante a la hora de mezclar y combinar hombres en dos puestos claves para Djukic.
¿Quiénes formarán en el 1-4-2-3-1 tipo del míster? Jonas y Banega, por peso en el once, deberían hacerlo, pero todavía no tienen el rodaje físico suficiente. Su presencia en la alineación inicial ante el Stuttgart –primer test serio de la pretemporada- es toda una incógnita. En cambio, los que sí han hecho oposiciones a titular son Jonathan Viera, Pablo Piatti y Paco Alcácer: el técnico está más que satisfecho con su rendimiento, al igual que el de Fede, que va camino de convertirse en la revelación de la pretemporada en Speyer.
Antes del choque ante el Stuttgart, Djukic mostrará a sus jugadores en vídeo los errores cometidos el pasado miércoles ante el Mannheim. Detalles que hay que corregir ante una prueba exigente como la que tendrá lugar el próximo sábado. El serbio no tiene tiempo para bromas: sabe que alcanzar un punto de competición lo antes posible es fundamental, y durante la sesión no dudó en abroncar a los jugadores que no obedecían sus instrucciones a nivel táctico.