El futuro de Cesc Fábregas parecía lejos del FC Barcelona, pero la pista definitiva respecto al cambio de aires del jugador catalán llegó de la forma más inesperada. Uno de sus mejores amigos tanto en el Barcelona como en la selección española, Gerard Piqué, protagonizó un desliz histórico por culpa de un micrófono encendido en el momento más inoportuno, e hizo saltar la liebre: Cesc se marcha, seguramente al Chelsea, por 33 millones de euros.
En los instantes previos a la rueda de prensa, Piqué y el seleccionador Vicente del Bosque compartían confidencias en la mesa habilitada para los protagonistas de la jornada. Mientras se tapaba la mano con la boca, y pensando que los micrófonos no estaban conectados, el central le pedía al técnico que defendiese «un poco a Cesc». La conversación siguió e, instantes después, llegó la confesión.
«Me ha dicho que ya está hecho. (…) Se va ya. Treinta y tres millones, me ha dicho», reconoció Piqué. Del Bosque, con su habitual flema, respondió bromenando al comentar que «no va a ganar para disgustos el presidente, me cago en la leche», en referencia al dirigente barcelonista Josep María Bertomeu. «Lo vais a volver loco, pobrecillo», agregó con una media sonrisa.
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