El fichaje de Dwight Howard convierte a los Houston Rockets en aspirantes al anillo

Las cifras de la operación se harán oficiales el próximo 10 de julio, cuando oficialmente comience la temporada 2013/14 en la NBA, pero desde que Dwight Howard ha anunciado a través de Twitter que deja de ser agente libre para unirse al ambicioso proyecto de los Houston Rockets ya ha circulado información sobre 4 años de contrato a cambio de 88 millones de dólares.

Mucho menos de lo que Howard podía haber ganado en unos Lakers que poseían un mayor tope salarial que les permitía llegar hasta los 5 años y 118 millones, cantidades muy superiores a lo que el pívot ganará en los Rockets, pero un dinero que no le podía dar la felicidad que nunca ha tenido durante la turbulenta pasada temporada en los californianos.

Allí ni se llevaba bien con la estrella Kobe Bryant ni el sistema de juego de Mike D’Antoni beneficiaba sus características de juego, algo que ya le han prometido que no pasará en unos Rockets que llevan mucho tiempo detrás de sus servicios. Los tejanos se reunieron con Howard la semana pasada para mostrarle su proyecto y cómo querían que encajara en él, contando incluso con la presencia del entrenador Kevin McHale y del legendario pívot de los Rockets Hakeem Olajuwon.

Se puede decir que el cortejo de los de Houston ha sido mucho mejor que el que han realizado Warriors, Hawks, Mavericks e incluso los propios Lakers, donde ya era un secreto a voces que pese a la enorme cantidad de dinero que podían ofrecerle eran los candidatos menos apetecibles para el jugador.

En su nuevo equipo formará con James Harden lo que para muchos ya es el nuevo dúo dominante de toda la NBA, sucesor de los mejores tiempos de Kobe y Wade con Shaquille O’Neal y una combinación de talento que, sumada a los Parsons, Lin o Asik debe convertir inmediatamente a los Rockets en serios aspirantes al anillo de la NBA.

Recuerden la fecha de hoy, el día que Dwight Howard cambió los Lakers por los Rockets para seguir la estela de gente como Olajuwon y Yao Ming. La ciudad de Houston siempre ha recibido con los brazos abiertos a pívots de su calibre, y ahora ya empieza a soñar con ser la próxima dinastía de la NBA reemplazando a los actuales campeones Miami Heat.

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