A mi padre, cuando no le entra el sueño, le gusta ver Cuarto Milenio. Un programa en el que, para mí, tanto presentador como contertulios y demás gente que participa en él están, literalmente, ‘torraos’. Es mi opinión, claro está, y por eso no me gusta el programa y, en consecuencia, no lo sigo.
Pero sí me gusta el futbol, en un futuro quiero vivir por y para él y, sin embargo, en ocasiones no es tan diferente del programa que presenta Iker Jiménez. Sin ir más lejos, el otro día escuché decir a Unai Emery que le parece bien la diferencia abismal que existe entre los ‘dos grandes’ (me reservo lo que pienso…) y que está encantado de que Madrid y Barça, con el actual reparto televisivo, sigan alternándose la Liga hasta 2147. ¿Alguien le ha explicado al entrenador que profesaba de ‘mentalidad ganadora’ quien es Del Nido y contra quienes pelea desde hace años? Bien, me imagino los palos internos que le caerían al bueno de Emery.
Sigamos. El Barcelona, aquel que profesa de cantera y de valores (parece que solo los tienen ellos) resulta que se gasta una burrada en Neymar y ahora va a por la segunda con David Luiz o cualquier otro central. ¿Les suena el nombre de Abidal? Bien, pues aquel luchador que siempre quiso pelear contra la muerte para seguir jugando para los culés resulta que lo echaron a patadas. Y, otra cosa respecto a los de can Barça. ¿Nos descojonamos regocijándonos de que somos los que más tíos aportamos a la Selección (donde por cierto sigue Arbeloa…) o nos quejamos de que nos llamen cuando hay amistosos? Pues eso, cosas extrañas.
Y, si aun siguen leyendo, quisiera comentarles el tema de Tebas y sus colegas. Hablan y dicen, comentan. Yo desciendo a este, este es un tramposo, el otro amaña partidos. Señor Tebas, déjese de chorradas, aporte pruebas y mire un poco la Premier y la Bundesliga a ver si se nos apega algo. Pues eso, que el futbol y Cuarto Milenio, al fin y al cabo, no son tan distintos.
Alberto Gómez (@AGFVCF9)