Lo de este domingo es más que un partido para el Levante. Lo saben los jugadores, también la afición y el cuerpo técnico está implicado en sacar los tres puntos. Parece que el viento corre a favor del Levante: Nuevo técnico, pocas lesiones y un vestuario motivado.
Ahora sí, el entrenador de Granada ha tenido una semana entera para preparar el partido. Cinco días para implantar el fútbol que quiere sobre el terreno de juego. En los entrenamientos muchas pruebas, el estilo más repetido el utilizado en la segunda parte de Vigo, el 4-4-2.
Alcaraz conoce de sobra al Almería, esta temporada se ha trasladado en varias ocasiones al estadio Juegos del Mediterráneo para ver en directo al equipo andaluz. El nuevo entrenador del Levante sabe lo que se va a encontrar el próximo domingo en el Ciutat de València y ha ensayado durante la semana sabiendo cuales son los puntos débiles del rival.
El equipo crece de la misma manera que se vacía la enfermería en Orriols. Vyntra, Navarro, Toño e Iván ya se entrenan con normalidad. Eso no significa que estén preparados para jugar, lo confirmó el propio Lucas Alcaraz en rueda de prensa. Los futbolistas recién salidos de una lesión deben estar al cien por cien físicamente para competir al máximo nivel.
El entrenamiento del sábado a puerta cerrada va a ser clave para saber que once jugará el domingo. Alcaraz tiene dudas, por las lesiones y los jugadores que mejor se pueden acoplar a lo que quiere. Con Héctor Rodas y Rafael Martins fuera de combate, el once puede registrar algunos cambios con respecto el envite de Vigo.
Sí atendemos a lo que ha estado probando en los entrenamientos, la duda en la portería permaneciera a día de hoy, Jesús Fernández o Diego Mariño. En defensa, dependiendo del estado físico de los jugadores, formarían Pedro López, Navarro, Juanfran y Toño. Simao Mate y Pape Diop actuarían en la medular. La vertiente ofensiva sería para Ivanschitz, Casadesús y Rubén que jugarían por detrás de David Barral.
Foto: Jorge Ramírez / Levante UD