La historia del vóley UPV es corta pero intensa, desde hace 10 años, el equipo pertenece al Club Deportivo de la Universidad, y en esta década, ya han subido tres categorías. Su entrenador, Fernando Mirasol, define al conjunto como “un equipo de amigos” ya que al tratarse de un equipo universitario no pueden manejar dinero y los jugadores no cobran. Su plantilla está conformada por estudiantes de la Universidad Politécnica y jugadores procedentes de las escuelas en Valencia, hecho que aún le da más mérito al logro del UPV Vóley.
El equipo, tras pasar por FEV, Superliga 2 se ha ganado el derecho a jugar en la máxima categoría del vóley español, pero los recortes presupuestarios afectan a todos los clubs deportivos, y la Universidad Politécnica solo les puede garantizar el mismo presupuesto de la temporada pasada, hecho que impide que puedan ascender a Superliga, ya que necesitarían entre 15.000 y 20.000 euros más para disputar dicha competición, y los necesitarían antes del 5 de julio, fecha límite para el plazo de inscripción.
Mirasol quiere destacar que “la Politécnica no nos está quitando nada, al contrario, nos lo está dando todo, pero saben que no pueden hacer frente a un gasto superior”. Además, para la universidad no cambia nada estar en una categoría o en otra, solo podría suponer un aumento de subvenciones a nivel de Generalitat o de Diputación, pero son entidades que aún tienen deudas pendientes con las escuelas deportivas, por lo que tampoco pueden confiar en la entrada de ese dinero. “Da la impresión de que las instituciones nos están quitando cosas, pero la realidad es que no. La Conselleria no lo tiene, y como no lo tiene, nos lo debe”, afirma resignado el míster.
Los jugadores se están moviendo para intentar lograr los ingresos necesarios, y están buscando un patrocinador, medio que ven como la única solución para conseguir el dinero, pero no es fácil dada la actual situación económica. Además cuentan con una dificultad añadida: necesitan el dinero ya. Van a estar intentándolo hasta última hora, pero saben que la poca promoción y difusión del vóley en los medios de comunicación españoles es clave para que no se sencillo encontrar alguien dispuesto a invertir miles de euros.
Toda la plantilla seguirá buscando un sponsor, ya que si no lo encuentran para antes del 5 de julio, confían en volver a tener la oportunidad de subir la temporada viniente, ya que es un equipo muy joven, con mucha progresión y que seguro cosechará muchos más éxitos en el futuro. Fernando Mirasol confirma que si no pueden ascender este año, el año que viene lo volverán a intentar “con más intensidad, más tiempo, y más fuerte”.