Pese al extremo calor, no es de recibo la ‘pájara’ con la que el Valencia saltó al terreno de juego. Una pérdida en la medular se tradujo en un corner: el cabezazo posterior de Schwaab, picado, abajo, imparable para Guaita, sorprendía a los presentes cuando todavía no se habían desperezado los hombres de Djukic.
La reacción tardó en llegar. El calor sobre el césped contrastaba con la frialdad del equipo, con pocas soluciones al llegar a línea de tres cuartos. Viera y Piatti eran los más incisivos, pero sin finalizar las jugadas. Una acción del canario, que se paseó por línea de gol, fue lo único potable de estos minutos.
El Stuttgart empezó a sentirse cómodo. Su preparación lleva muchos días de adelanto respecto a la del Valencia, y se notó mucho durante el primer acto. Iban más. Las disputas caían de su lado, no perdían la posición y percutieron siempre que les fue posible por los costados. Aly Cissokho lo pasó especialmente mal para tapar su carril.
El panorama empezó a cambiar tras un robo de Parejo y una contra que terminó en falta sobre Viera en la frontal del área alemana. El canario se encargó de ejecutarla con pierna derecha, permitiendo que Ulreich realizase la parada de la tarde. Ambas acciones despertaron al Valencia en el tramo final del primer acto: aunque el juego no era bueno, al menos los de Djukic intentanban dar la cara.
Tras el paso por vestuarios, el habitual carrusel de cambios no surtió efecto de inmediato. Cambiaron las piezas, pero no el juego. O estaban muy cansados por una pretemporada exigente, o bien el problema empieza a ser preocupante. El amistoso languidecía con el paso de los minutos mientras unos y otros discutían en su propósito de aburrir al personal. Un chutazo de Míchel despertó a alguno de la modorra. El calor seguía apretando.
Banega decidió hacer acto de presencia y pedir más el balón al pie, mientras el atractivo del partido derivaba en la gorra que Diego Alves usaba para combatir la luz vespertina de Ludwigsburg –hacía tiempo que un portero del Valencia no la usaba, y eso que Ochotorena es firme defensor de este complemento- o en el rostro de decepción del chaval Pizana por no debutar esta pretemporada.
El doble pivote fue de lo poco a destacar en el segundo acto. Míchel no desentona en el nivel general del equipo, y Oriol Romeu va a ser un jugador importante esta temporada. Aún hubo tiempo para más sustos, como el disparo cruzado de Timo Werner que se marchó lamiendo la cepa del poste, o un chut que entre Alves y Víctor Ruíz sacaron bajo palos. Feghouli trató de responder a quince minutos del final, pero llegó ahogado a la hora de rematar y su disparo, flojo, se marchó fuera. El argelino repitió la acción, calcada, cinco minutos después. Hacía rato que se había quedado sin gasolina. Preocupante, pese a llevar menos carga de trabajo que el resto de sus compañeros.
Se pueden poner paños calientes a la situación, y estarán bien puestos. Queda mucho trabajo por delante y el objetivo de la pretemporada, principalmente, era el de cargar baterías lo máximo posible para afrontar una temporada en la que los objetivos serán importantes. A eso y a los buenos detalles de gente como Javi Fuego, Viera, Oriol Romeu o Fede debemos aferrarnos. Pero, a fecha de hoy y con dos derrotas y un empate como balance de la pretemporada en Alemania, las sensaciones sólo mejoran ligeramente los resultados. Y de sensaciones, por desgracia, no viven los equipos.
Ficha técnica
- Stuttgart. Ulreich; Saikai, Schwaab, Niedermeier, Ibisevic, Boka, Toruu, Geutner, Sararer, Rausch, Maxim. También jugaron: Kirschbaum, Kvist, Tasci, Leitner, Rôcker, Funk, Traore, Werner, Molinaro, Rüdiger Abdellaoue.
- Valencia CF. Guaita; Joao Pereira, Ricardo Costa, Mathieu, Cissokho; Javi Fuego, Parejo; Fede, Viera, Piatti; y Paco Alcácer. En la segunda parte formaron Alves;
Goles
- Schwaab (min. 3)
Árbitro: Knut Kircher. Mostró amarilla a Jonas.
Estadio: Ludwig-Jahn-Stadion (4.000 espectadores)