Entre Lim y el ADN

Los hechos se suceden a tal velocidad en Valencia que posiblemente cuando ustedes estén leyendo esta columna, alguno de los hechos que tratemos ya habrán quedado obsoletos.

Y es que ayer fue presentado Ayala y el jueves lo será Pizzi como nuevo técnico.

Pero no puedo dejar de detenerme en los dos hechos que polarizaron la atención el aficionado valencianista el domingo.

Por un lado el anuncio hecho por Amadeo Salvo sobre la oferta de su inversor (Peter Lim) para comprar el club.

Valga para empezar que Amadeo Salvo tira un «Joc fora» con todas las de la ley para presionar a Bankia, y que toma la delantera en un aspecto sobre el resto de ofertas: le pone cara, nombre y apellidos a su inversor de manera pública. Situación que nadie más ha hecho hasta el momento en esta ciudad.

Pero a partir de aqui cabe hacerse una serie de preguntas sobre esta oferta (la de Lim-Salvo) y sobre todas aquellas que esté estudiando Bankia.

Por ejemplo: ¿a cambio de qué vienen a ser los salvadores del club? ¿Cuál es su idea de negocio a largo plazo para el Valencia? Es decir ¿Qué ocurrirá el dia que esto ya no sea un negocio rentable (no se engañen nadie va a venir por «sentiment») para el futuro dueño? Y aún otra más ¿la mejor opción para el banco supone también la mejor solución para la entidad?

No tengo ningún elemento tangible para asegurar que la oferta ya pública o el resto de las que maneje Bankia, son verdaderas o falsas. No tengo ningún argumento para demonizar o santificar ninguna de las ofertas, pero repito lo que les dije el jueves. Estén vigilantes, que luego vienen los lloros y ustedes ya no merecen más sinsabores. Ilusionarse es lícito. Ser cuidadosos y estar vigilantes es obligatorio.

Y paso a lo deportivo. Más allá del resultado injusto y de la actuación arbitral, lo bien cierto es que la gente salió contenta de Mestalla. La respuesta es sencilla. El Valencia CF volvió a su ADN. Lo que algunos llevamos pidiendo AÑOS. Transiciones sencillas y rápidas, pocos pases para llegar arriba sin perderse en arabescos innecesarios. Líneas juntas. Correr, luchar, bregar y ser veloces.

Es verdad que se trataba del Real Madrid y que los jugadores se exigen más (aunque contra el mismo rival ha habido en Mestalla resultados de escándalo que no hace falta recordar).

Espero que la vía que valientemente recordó con su once y su planteamiento Nico Estévez sea un guante que inteligentemente recoja Pizzi.

Sólo el Barça puede jugar como el Barça. El resto, sucedáneos baratos de «quiero y no puedo», y ya saben lo que suelo decir. Un Trolex no es un Rolex.

Ante tales muestras de vuelta a los orígenes, Mestalla recuperó en perfecta comunión con el equipo sus «tambores de guerra» y rugió como antaño.

Y es que en este cine siempre han gustado más las «pelis» de acción que los pastelones románticos.

Así somos, nos va la marcha. ‘Que li anem a fer’…

 

Manolo Montalt (@ManoloMontalt)

Director de La Taula Esportiva (NOU Radio)

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