Todo comenzó cuando el nuevo Consejo de Administración que llegó hace unos meses al Albacete estudió el pacto, no firmado, entre el conjunto manchego y el club valencianista por el juvenil más prometedor de su cantera. Ni compensación económica ni cesión de algún jugador del filial de por medio, tan sólo la disputa de un partido amistoso en el que el Valencia se comprometía a llevar entre sus filas a futbolistas de la primera plantilla.
Ante esta tesitura, los nuevos dirigentes albaceteños decidieron congelar la situación a la espera de obtener unas mejores condiciones a cambio de Iván Cifuentes. Mientras ha transcurrido todo este tiempo, la joven promesa juvenil tan sólo está entrenando pero sin disputar partidos con su equipo, y además este contexto está afectando a su vida personal en lo referente a los estudios. Su ilusión era la de regresar a la Ciudad Deportiva de Paterna, lugar en el que recaló siendo un niño y del que fue descartado por su corta estatura, incluso por encima de opciones que también estuvieron presentes como la del FC Barcelona.
La idea que tienen Rufete y sus colaboradores es la de llegar a un entendimiento en las próximas fechas, para poder tener al futbolista bajo las órdenes de Rubén Baraja y no prolongar más en el tiempo su agonía. Para ello se está estudiando un acuerdo Gloval entre los dos clubes, para compartir talento entre las categorías inferiores y que las dos partes salgan ganando en el presente y también en el futuro. Sería una forma de que los tentáculos de la Academia se extendieran hacia otros víveros en los que ir captando a cualquier promesa que apunte maneras, aunque tampoco se descarta que ante todos los problemas que está poniendo el Albacete para que el jugador cumpla su deseo finalmente se rompan las negociaciones.