La situación dentro de la entidad se mantiene en un delicado ‘impasse’ mientras la competición se toma su tiempo para regresar, dentro de diez días ante el Elche en el Martínez Valero. Hasta entonces, los cuatro días libres que el técnico Miroslav Djukic concedió a sus futbolistas van a servir como particular bálsamo para que cicatrices algunas heridas abiertas dentro de la caseta en forma de desplantes y malas caras. El vestuario, más que en contra del técnico, se encuentra desorientado ante algunas de sus decisiones. Y con semejante panorama, el cuerpo técnico optó porque los futbolistas aclarasen ideas lejos de Paterna.
Mientras tanto, la actividad no se detiene en las oficinas de la entidad. Este miércoles hay expectación por la comparecencia de Amadeo Salvo junto al arquitecto del Nuevo Mestalla, Mark Fenwick, en la que se detallarán los cambios realizados en el proyecto del nuevo estadio que ambos definieron hace un mes.
Del mismo modo, la jornada del martes fue particularmente dura para el presidente, director general y responsables de comunicación, a los que las declaraciones del portavoz del consejo disparando contra los futbolistas y calificando de «medianamente bueno» el trabajo de Djukic les pilló con el pie cambiado. El patinazo fue anecdótico, pero fue patinazo al fin y al cabo. Salvo sabe que las declaraciones de Rafael Bonmatí no ayudarán demasiado a sanar las heridas abiertas entre el técnico y alguno de sus futbolistas más desencantados.
Por el momento, la cúpula directiva ha vuelto a cerrar filas en torno al entrenador, al que se está respaldando públicamente a todos los efectos como no se recordaba en la última década. El mensaje público es que Djukic completará la temporada al frente del banquillo pase lo que pase, aunque «quizá una cadena de malos resultados» podría hacer cambiar de opinión al consejo valencianista.
Y es en este último extremo en el que Salvo empieza a dudar. Si bien su apoyo al técnico ha sido inquebrantable, hasta el punto de prescindir de los servicios del ex director deportivo Braulio Vázquez cuando el gallego insistió en que la solución a los males del equipo pasaba por guillotinar a Djukic, el dirigente no es ajeno al run-run de la calle respecto al técnico. En el horizonte, dos citas clave: el próximo 24 de noviembre, en el Martínez Valero; y la jornada siguiente, en casa, ante Osasuna.
Nadie en el club quiere siquiera plantearse un hipotético escenario con dos batacazos ante rivales de la zona baja de la tabla. Pero sí que confían en que los resultados ayuden a la barca valencianista a alcanzar el mes de diciembre con tranquilidad. Precisamente ya para esas fechas está previsto que el nuevo organigrama de la dirección deportiva esté definido. Rufete es la figura escogida por el presidente para coger el toro por los cuernos en esa parcela y poder echar una mano en el día a día del funcionamiento del primer equipo en aspectos relacionados con entrenamiento, preparación física, específicos, táctica o estrategia.
Eso sí, el actual manager general de la Academia GloVal es consciente de que requeriría un amplio equipo técnico y humano para implantar las mejoras que pretende Salvo. Tanto técnicos especializados de la casa, que trabajan actualmente en Paterna, como otros que vendrían de fuera tendrían encaje en dicha estructura.