«Muy del Valencia»: dos horas en la cola de Mestalla

«Hay que ser muy del Valencia». Un aficionado sonríe mientras tomamos varias instantáneas de la cola de setenta metros que se prolonga en paralelo a la fachada de Mestalla. Nuestro amigo sonríe mientras a su lado, su colega se ajusta la gorra, se recoloca las gafas de sol y se recuesta en su silla de playa. Hace calor y el sol aprieta. Aún queda un largo rato por delante.

Pasan las cuatro de la tarde y el panorama es pintoresco, cuanto menos. Hay de todo, como en botica: chavales deslenguados, jóvenes bocata en ristre, caballeros con polo de punto que aparcan sus monovolúmenes lo más cerca posible del lugar, señoras desubicadas y grupos de amigos que llegan, rezagados, tras haber decidido lanzarse a la aventura apenas una hora antes.

Los temas de conversación varían, pero la ilusión es la tónica predominante. Horas antes, los aledaños del coliseo bullían de actividad con merengues y culés campando a sus anchas. Hoy, sin embargo, no queda ni rastro de la final de Copa disputada dieciséis horas antes. «Espero que hayan desinfectado…», bromea un chaval de unos veinte años. Uno de sus acompañantes denuncia los desperfectos causados en el recinto. «Como me hayan destrozado el asiento, se van a enterar», remata un señor indignado.

A apenas unos metros de la cola, dividimos nuestra atención en lo que sucede en el interior de la Fundación VCF, que alberga la reunión del Patronato. No somos los únicos: algún seguidor ha reparado en la entrada de Amadeo Salvo al edificio, y aguarda expectante su salida. Pasan los minutos y el personal se impacienta. Hace apenas una hora que se han abierto las taquillas, pero empieza a extenderse el rumor de que las entradas van a agotarse.

Horas antes, el Valencia había recibido una mala noticia desde Renfe, incapaces de dar un servicio completo tras la nefasta experiencia la noche anterior. Uno de sus convoyes con seguidores madridistas sufrió desperfectos graves en el retorno a Madrid, ebrios de victoria y con ganas de ‘celebrarlo’ a golpes con el mobiliario.

De 1.000 plazas se ha pasado a sólo 600, y una parte de esos paquetes de viaje en tren y entrada incluida ya se han repartido horas antes entre las peñas y a la Curva. Explicamos la circunstancia a dos chicas que inquieren por esta cuestión. Ambas se miran entre ellas, miran hacia adelante -todavía les queda un trecho para llegar a la taquilla- y suspiran con resignación.

Pasadas las cuatro y media, un murmullo en la zona de taquillas se convierte en un carrusel de silbidos y protestas. «¡Ya no quedan entradas para el AVE!», se escucha. Los últimos afortunados se marchan con sus entradas y tickets de reserva atesoradas como oro en paño, tras haber guardado cola «desde las diez de la mañana».

Los aficionados restantes alzan sus móviles y llaman a familia y amigos. «No quedan entradas para el tren. ¿Nos vamos en autobús», pregunta Vicente, padre de familia y que buscaba seis localidades. Tres chavales se marchan con tristeza del lugar. «Iríamos en coche, pero es un palizón». Se quedan en tierra.

Aurelio aficionado
Aurelio Martínez responde a un aficionado / Foto: VLC NEWS

Los taquilleros no dan abasto mientras caen los minutos. Acaba la reunión en la Fundación y los patronos se marchan. También Salvo, que saluda a un par de aficionados, y Aurelio Martínez. El presidente lamenta no poder facilitar un mayor número de entradas a los aficionados. El responsable de la Fundación, en cambio, se ve obligado a atender peticiones de seguidores a nivel personal: «Tenéis que vender al de Wanda, Aurelio», insiste un joven al economista. Aurelio sonríe y, reconociendo que debe tratarse de una oferta importante, se remite a lo que decida la Comisión Gestora.

Pasan pocos minutos de las seis de la tarde y el grupo de gente que hace cola ha pasado a ser de unas treinta personas. Los taquilleros les comunican, uno por uno, que no hay localidades. «Ni con AVE, ni con bus, ni sueltas», les explican. Pese a ello, los seguidores insisten. Quieren ir a Sevilla. Quieren acompañar a su equipo. Quieren soñar con un título. Efectivamente, hay que ser muy del Valencia.

Cola Mestalla
Aficionados en taquillas tras agotarse las entradas / Foto: VLC NEWS

Fotos: VLC NEWS

Paco Polit (@pacopolit)

VLC NEWS – Deportes

 

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