Nico Estévez y su equipo de trabajo ya se dejan oír en los entrenamientos

De inicio ha tenido lugar el breve paso del ya ex técnico Miroslav Djukic por las instalaciones, donde ha recogido objetos personales y ha aprovechado para despedirse de los que hasta el pasado lunes fueron sus jugadores, deseándole personalmente mucha suerte al que será su reemplazo durante esta semana. Una vez concluida la visita, Nico Estévez ha tenido una charla con el vestuario antes de comenzar un entrenamiento que ha tenido como primera parada el gimnasio.

Quince minutos bajo techo y luego lo que de verdad estaba esperando todo el mundo, sus primeros instantes sobre el césped al mando de la plantilla del Valencia CF que tiene la obligación de eliminar este jueves al Nàstic en la Copa del Rey, y competir al máximo para superar el fin de semana al Real Madrid. En la tarea de revertir la situación se ha rodeado de su segundo en el filial Óscar Suárez, del preparador físico Miguel Villagrasa y del entrenador de porteros Luis Vicente de Miguel Rivera. Todos ellos han ascendido junto a Nico y han estado en una sesión donde por supuesto seguían pesos pesados como José Manuel Ochotorena y el resto de personal que no ha abandonado la entidad.

Sin Oriol Romeu y Ricardo Costa, las dos bajas por lesión para la Copa toda vez que Guardado ya ha vuelto con sus compañeros, la plantilla se ha dividido en dos grupos que han comenzado con los habituales rondos. Pero aquí ha llegado el primer cambio, uno que se ha podido comprobar con la vista y el oído. Diez futbolistas en un rondo con Suárez y el readaptador Jordi Sorlí -fue ascendido a ayudante del anterior preparador físico Dejan Ilic tras el nombramiento de Rufete hace unas semanas- y otros diez con Estévez y Villagrasa, que no dejaron ni un sólo segundo de respiro a los jugadores.

Velocidad, intensidad y hablar al compañero fueron las órdenes que no pararon de repetir los preparadores, y el rondo era interrumpido cada poco tiempo para realizar ejercicios físicos. Trabajo técnico acompañado del físico y mucho diálogo del entrenador, especialmente con un futbolista como Parejo llamado a llevar la batuta en los próximos partidos.

Pero las novedades del nuevo equipo de trabajo no concluyeron aquí, puesto que tras unos primeros minutos en un campo de entrenamiento, los protagonistas se trasladaron al Estadi Antonio Puchades para continuar con la sesión. Partidillo con porterías pequeñas -un ejercicio que le encanta practicar con el filial- dividiendo a la plantilla en dos posibles onces, aunque en ellos figuraban dos canteranos como Portu y Gayà que parece difícil que tengan una oportunidad dado lo mucho que hay en juego. A su favor cuenta que tendrían el cariño y el respaldo de la grada, pero el club entiende que es momento de los más veteranos y de que los culpables de la crisis actual sean los que asuman la responsabilidad del éxito o del temido fracaso.

El primer entrenamiento del equipo con Nico Estévez al frente concluyó con más charla, acercamiento a los jugadores y búsqueda de soluciones conjunta, lo mismo que ha venido practicando en cada jornada del filial. Manteniendo los hábitos y la forma de trabajar de la Academia Gloval, esa que Rufete quiere extrapolar a los mayores. Está por ver si el jueves también es capaz de mantener su nueva pose en la banda, esa que cambió para salir de la crisis con el Valencia Mestalla y que ofrece a un técnico más ‘agresivo’ y menos reflexivo. De gestos alicaídos ya ha tenido bastante la afición cuando ha mirado en los últimos tiempos hacia el banquillo…

Ir arriba