Lejos quedan ya aquellos días de gloria del valencianismo, cuando Juan Soler inició su faraónico proyecto del nuevo estadio de Mestalla, ubicado en la Avenida de las Cortes Valencianas. El ex mandatario no quiso saber demasiado del apoyo de las instituciones públicas de la ciudad y se embarcó en el reto de levantar en solitario un armatoste valorado, en su vertiente más ambiciosa, en unos 350 millones de euros. Cantidad que debería salir del bolsillo del Valencia CF.
El resultado ya es de sobra conocido por todos, un ‘cadáver’ arquitectónico a medio hacer, en medio de la ciudad para escarnio y burla de todos los valencianos. Ya no hay marcha atrás, están invertidos 150 ‘kilos’ y Amadeo Salvo -rebajando considerablemente las estimaciones, hoy a todas luces inalcanzables, del proyecto inicial-, ha cifrado en unos 90 millones de euros la cantidad económica con la que se podría finalizar la futura casa del valencianismo.
Y desde luego que anoche tomó buena nota en el nuevo estadio de San Mamés, junto a su director general Luis Cervera, de cómo sacar adelante un proyecto de recinto moderno y precioso a nivel visual, pero sobre todo muy funcional y práctico en su interior tanto para los medios de comunicación como para los propios aficionados, los mayores interesados en que eso sea así. Y ojo, todo ello por la ‘módica’ cantidad de 55 millones de euros, una cifra irrisoria si la comparamos con lo que ya se ha gastado el Valencia en un recinto inacabado.
El Athletic de Bilbao firmó un acuerdo con el ayuntamiento de la ciudad, la Diputación y otras instituciones para que aportaran el resto del dinero que hacía falta para levantar el nuevo San Mamés, al que todavía le resta la construcción de un fondo para estar finalizado. Cuando lo esté, aspira a ser considerado estadio ELITE -antiguamente se denominaba 5 estrellas- por la UEFA y ser uno de los que acoja partidos de la Eurocopa 2020, competición que por primera vez en la historia se disputará por todo el Viejo Continente.
Las calidades, tanto por fuera -construido con un material que se iluminará de rojo al más puro estilo del Allianz Arena del Bayern de Múnich-, como en un interior de pasillos espaciosos, de cómodos accesos para los espectadores y donde predomina un color rojo que contagia pasión y amor por el Athletic Club, son espectaculares. En algunos detalles, echando un vistazo a las gradas, recuerda al Emirates Stadium del Arsenal, y cuando esté completamente acabado se convertirá en una ‘caldera’ insoportable para los equipos rivales.
Son detalles que Amadeo Salvo y su mano derecha, Luis Cervera, compartieron con su homólogo Josu Urrutia en el palco de la nueva ‘Catedral’. Cómo sacarle el máximo rendimiento a cada céntimo invertido por el club, para que sea algo bueno, bonito y barato. Es algo que lleva estudiando desde hace tiempo el máximo mandatario ‘ché’, que la semana pasada también estuvo en Londres viviendo en primera persona el fútbol en el nuevo campo del Arsenal. Anoche vio un campo similar, algo más modesto en los detalles pero sin dejar de ser una magnífica obra arquitectónica.
Fue una toma de contacto muy buena para seguir recabando todas las ideas, tanto desde el punto de vista financiero como deportivo, antes de reanudar las obras del nuevo Mestalla. En busca del apoyo financiero que hace falta han ido Luis Cervera, director general, y Louis Douwens, el nuevo y flamante director de marketing, que tienen previsto acudir a la feria comercial de Londres que comenzará mañana martes y que finalizará el miércoles 10 de octubre. Allí tocará seguir vendiéndole el proyecto a los posibles inversores, que deben ser capitales a la hora de que toda la afición valencianista pueda disfrutar dentro de unos años de un lugar como el que ya tienen los seguidores del Athletic de Bilbao.