Pablo Aguilar viajará a Murcia este sábado con ganas de volverse a sentir jugador de baloncesto. El andaluz sabe que es la mejor oportunidad para regresar a las pistas tras cuatro meses en el dique seco. «Confío en que, si todo va bien, pueda jugar algún minuto en Murcia para calibrar sensaciones en un partido real, pero eso ya es decisión técnica. Si ‘Peras’ me saca a jugar daré lo máximo que tenga», explicó antes de la cita contra el conjunto pimentonero.
«Estoy con muchas ganas, el miércoles tuve la suerte de estar con el equipo en el calentamiento y en el partido. Se sufre más que cuando estás en la esquina porque estás de corto, pero si juegas como lo hicieron mis compañeros el miércoles también se disfruta por poder abrazar a los compañeros en cada tiempo muerto. Ahora tengo ganas de hacerlo en la pista», comentó.
Después del calvario por el que ha pasado desde que se lesionara el pasado 13 de noviembre, el andaluz regresó esta semana a los entrenamientos con la primera plantilla del Valencia Basket. «Me empecé a sentir jugador el martes, cuando hice un entrenamiento con los compañeros más fuerte, más de contacto, intenso… aunque parecía un infantil porque están como motos y a mí me cuesta moverme lateralmente, coger los sistemas, pero es normal», aseguró.
«No estoy al 100%, pero me encuentro bien. Voy por detrás de todos los compañeros, pero después de cuatro meses creo que es normal. Me falta coger forma y si ahora en los próximos partidos puedo ayudar al equipo bienvenido sea. Lo que me tiene que preocupar es coger el ritmo para llegar bien a final de temporada», indicó acerca de sus sensaciones y objetivos de cara al último tramo de la campaña.
Por último, preguntado por el choque del pasado miércoles frente al Khimki, el ala-pívot granadino cree que «fue una gran victoria, un pasito adelante en la eliminatoria. Ahora tenemos que ir allí, sabemos que es un campo muy complicado pero el trabajo hecho nos ayudará porque el viaje es complicado y debemos ir mentalmente preparados para conseguir la victoria».