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Aurelio Martínez sigue intentando convencer a Bankia para que acepten su plan de refinanciación del crédito, aunque el presidente de la Fundación y los miembros del patronato saben que va a ser complicado que la entidad bancaria ceda, ya que su postura es firme. Martínez viajó ayer a Madrid para reunirse con el banco y así tratar de encontrar una solución.
Aunque la cita en la sede de Bankia no estaba pensada para hablar de la refinanciación, sino de los inversores. Los responsables de KPMG también asistieron a la cita, centrada en reducir las trabas que se encuentran esos inversores para trasladar su propuesta. Se pretende agilizar y facilitar el proceso de selección de clientes para reducir el tiempo que estos necesitan esperar hasta que les escuchan.
El Valencia se reunió la semana pasada con la empresa auditora en busca de inversores, aunque la respuesta que recibió fue inesperada. KPMG contestó que no hay nadie interesado en poner dinero para acabar las obras del estadio y que este interés sólo aparece si conlleva conjuntamente la compra de las acciones de la Fundación. No hay dinero sin la propiedad. Ahora el siguiente paso es que el club y la Fundación deben autorizar esa venta de títulos, ya que de momento lo impiden.
Ayer apenas se produjeron novedades en cuanto a solucionar el problema del crédito de la Fundación y sólo se avanzó en este aspecto. No obstante, en los próximos días el dueño del club y el banco, con el Consell como observador pero sin tomar partido, deben acelerar las negociaciones para encontrar un punto en común que permita a la Fundación poder ir devolviendo el dinero que adeuda.
A Bankia no le convence nada el plan trazado por Aurelio de refinanciación, ya que no ve claro que dentro de cuatro años pueda cobrar de los beneficios que generen el museo y el estadio, ya que ahora mismo ninguna de las dos cosas es realidad y el proyecto se encuentra paralizado. El banco quiere liquidez, dinero contante y sonante y no hipótesis, además de unas garantías jurídicas consistentes.