El Valencia Basket sumó su decimotercera victoria consecutiva en la Liga Endesa tras solventar el entrenamiento con público que supuso La Bruixa d’Or en La Fonteta (92-59). Un récord histórico que habla del automatismo que han alcanzado los ‘taronja’ justo antes de encarar el playoff. Romain Sato volvió a ser el máximo anotador de los valencianos con 17 puntos, aunque otros siete jugadores alcanzaron también los siete tantos.
Hacía tiempo que a los jugadores del Valencia Basket no se les veía tan relajados. Sin mucho por lo que pelear, ante un rival descendido y con el pabellón lejos del lleno los locales empezaron con ganas de solventar el trámite lo antes posible. La inferioridad de los catalanes era más que evidente y su primera canasta en juego llegó a los cuatro minutos. Para entonces, Doellman ya llevaba cinco puntos (10-4, min. 4).
Solo Eriksson mostraba destellos de calidad, aunque Rafa Martínez pronto se encargó de mandarle al banquillo cargado con dos faltas personales gracias a su agresividad en las penetraciones (17-6, min. 6). Los de Perasovic corrían como si de un ejercicio de entrenamiento se tratara y Dubljevic abusaba también de Arteaga al contragolpe. Acto seguido, Lishchuk hizo propio con Asselin en la pintura (25-17, min. 10).
La entrada de Ljubicic revitalizó el espíritu manresano. El serbio dio un punto más de velocidad a los suyos y, junto a seis puntos consecutivos de Asselin, amenazó con reenganchar a los catalanes al partido (28-23, min, 12). Para evitarlo estaba el de siempre, un colosal Romain Sato que con tres triples saliendo desde el banquillo respondió al pívot dominicano para conservar una renta cómoda (35-26, min. 14).
Pere Romero, que regresaba a La Fonteta por primera vez como entrenador jefe, apenas mostraba enfado ante la facilidad con la que el Valencia Basket anotaba. Todo un síntoma de lo deshecho y hundido que está un equipo que ha descendido por segundo año consecutivo por méritos deportivos y que debe esperar otra decisión burocrática para mantenerse en la liga (41-28, min. 17). Los puntos de Arco evitaban la masacre, cerca de consumarse ante la avalancha de balones perdidos en primera línea de pase (51-32, min. 20).
La segunda parte sobraba. Que ninguno de los equipos metiera un solo punto en los dos minutos que acompañaron a la salida de vestuarios era el reflejo de las pocas pulsaciones que mostraban, a pesar de que el partido se fue alargando por la cantidad de faltas cometidas. Una paradoja si nos atenemos a los porcentajes locales, que encontraron a Sam Van Rossom a otro puntal con el que hacer daño (58-37, min. 25).
Lo que había empezado como un entrenamiento se había transformado en algo más propio de una pachanga veraniega desequilibrada (72-41, min. 27). Visto el desnivel, Pablo Pérez entró en pista para aprovechar la cuesta abajo. El conquense se estrenó desde la línea del tiro libre pero, como suele ocurrir en este tipo de situaciones, el conjunto inferior empezó a maquillar el resultado (78-49, min. 30).
El siguiente en entrar a pista fue Larry Abia. A la segunda unidad le bastaba con mantener el tipo para dejar pasar los minutos en busca del final del choque sin ningún tipo de percance físico (87-56, min. 36). Las jóvenes promesas manresanas también tuvieron su oportunidad: Sabata y Clotet debutara en la Liga Endesa. Entre tanto, tres tiempos muertos en tres minutos para que la ‘emoción’ durara más. La próxima batalla en La Fonteta ya será otra historia (92-59, min. 40).
FICHA TÉCNICA
92 – Valencia Basket (25+26+27+14): Van Rossom (8), Rafa Martínez (8), Lucic (13), Doellman (12), Dubljevic (9) -cinco titular- Sato (17), Lishchuk (11), Lafayette (5), Aguilar (7), Pablo Pérez (2) y Abia (-).
59 – La Bruixa d’Or (17+15+17+10): Creus (3), Eriksson (4), Kouguere (2), Larsen (2), Arteaga (2) -cinco titular- Asselin (14), Arco (17), Ljubicic (11), Kody (2), Giannopoulos (2), Sabata (-) y Clotet (-).
Árbitros: García González, García Ortiz y Munar. Sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 33 de la fase regular de la Liga Endesa disputado en el pabellón de la Fuente de San Luis ante 7.300 espectadores.