El Valencia Basket culminó los festejos por la conquista del título de la Eurocopa con cerca de un millar de aficionados que se congregaron bajo el balcón del ayuntamiento de Valencia para aclamarles por su gesta y celebrar que la próxima campaña el equipo volverá a jugar la Euroliga.
Tras ser recibidos por Alberto Fabra, el president de la Generalitat en el Palau de la plaza de Manises, y por el obispo Carlos Osoro en la Basílica de la Mare de Deu, la nutrida expedición del club se desplazó hasta el ayuntamiento donde fueron recibidos por la alcaldesa Rita Baberá y donde, ante el edificio, les esperaban cerca de mil personas.
Uno por uno, según el orden de su dorsal, se asomaron al balcón, con la excepción del capitán Rafa Martínez, que fue el último en salir y lo hizo con el trofeo que recibió el club tras su triunfo del miércoles en la pista del Unics Kazan. También estaba el alero checo Lubos Barton que dejó el club hace unos meses pero al que la entidad invitó a la celebración.
Tras ellos también saludaron todos los miembros del cuerpo técnico y los dirigentes del club, que agradecieron el apoyo recibido por los aficionados y se pusieron como nuevo reto tratar de luchar por el título liguero.
En la calle, los seguidores que los recibieron al grito de ‘Campeones de Europa’ cantaban ‘Valencia es de Euroliga’ y se felicitaban porque vivirán ‘El año que viene un Valencia-CSKA’.
Entre los más aclamados estuvieron Rafa Martínez, Justin Doellman y Romain Sato, a los que pidieron que sigan en el equipo la próxima campaña, pero también Pau Ribas, para el que pidieron su convocatoria para la selección, y Vladimir Lucic, que suplió su aún escaso castellano con un celebrado «Me gusta mucho la paella».
Tras cantar cogidos por los hombros el ya tradicional ‘We are the Champions’, la plantilla, junto a sus familias y los dirigentes, se dirigieron a un restaurante para cenar todos juntos y cerrar así las celebraciones del cuarto titulo de la historia del club.