Informe Mundial: El pasado ‘taronja’ se marcha de España con sabor agridulce

El Mundial de España que terminó hace casi una semana pasará a la historia por ser el primero sin representación ‘taronja’ desde 1994. 20 años en los que el Valencia Basket siempre estuvo presente de alguna forma: desde Nacho Rodilla en Grecia 1998 a Víctor Claver en Turquía 2010. Sin embargo, varios exjugadores del conjunto valenciano sí que estuvieron presentes en la cita mundialista. ¿Qué tal les fue? Repasamos el pasado mezclando un poco de presente.

STEFAN MARKOVIC – Serbia (5,2 puntos, 2,8 rebotes y 3 asistencias)

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De los exjugadores del Valencia Basket fue el que más contento acabó. Finalista inesperado con la renovada Serbia y disfrutando un papel importante en la selección. Titular en muchos encuentros, liberado de cualquier responsabilidad anotadora y actuando muchos minutos como escolta, a Markovic se le vio más suelto que de costumbre, sobre todo en los partidos decisivos ante Brasil y Francia (25% en triples aún así).

BRAD NEWLEY – Australia (6,5 puntos, 2,3 rebotes y 1,6 asistencias)

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No fue su mejor Mundial en ningún aspecto. Individualmente estuvo por debajo de sus medias habituales y Australia cayó en octavos de final de forma dolorosa ante Turquía desperdiciando una renta cómoda (sin mencionar la acusación de dejarse perder frente a Angola). Todo ello a pesar de que en el primer encuentro, contra Eslovenia, empezó como un tiro (13 puntos). Jugó en ‘casa’ pero no brilló.

TIAGO SPLITTER – Brasil (7,6 puntos, 6,4 rebotes y 2,3 asistencias)

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Le pasó factura la temporada tan dura que tuvo en la NBA. Sin culpa en la debacle brasileña de cuartos de final ante los serbios, pero sus movimientos al poste bajo no lucieron en todo el torneo. No pasó de los 10 puntos en ningún partido y se hundió como todo el potente juego interior, donde también repartió galones (de ahí su pinchazo en las estadísticas).

OLIVER LAFAYETTE – Croacia (5,8 puntos, 2 rebotes y 3,7 asistencias)

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Se vio envuelto en un lío en el que nada tenía que ver. No estuvo tan inspirado como demostró la pasada temporada en Valencia aunque con minutos fue capaz de dejar detalles de calidad (11 puntos, 9 asistencias contra Argentina). Desacertado en el tiro (25% en triples), echó en falta el rol de microondas que tan bien le va. Las expectativas eran altas, pero rindió por debajo de lo que hizo Draper en el pasado Eurobasket.

JOFFREY LAUVERGNE – Francia (9,2 puntos, 5,3 rebotes y 0,4 asis)

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Una de las sensaciones del torneo. Se fajó con los pívots españoles y logró neutralizarlos pare entrar en las semifinales por la puerta grande. Un coloso físico que cada vez tiene más movimientos ofensivos y mejor muñeca. Clave para que Francia se alzara con la medalla de bronce ante Lituania (13+9), también regaló una victoria en la fase de grupos contra Serbia (19+6). Su primera gran aparición internacional justo cuando ha fichado por el Khimki.

FLO PIETRUS – Francia (3,1 puntos, 3,2 rebotes y 0,9 asistencias)

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El mismo gladiador siempre. Perfil bajo, trabajador y sacrificado en pos del equipo. Cambió por completo la dinámica del partido ante España provocando a Sergio Llull. No tuvo demasiados minutos ante la irrupción de Boris Diaw en el tramo final de la competición, pero los aprovechó de maravilla. El alma de Francia.

MICKAEL GELABALE – Francia (6,1 puntos, 2,3 rebotes y 0,8 asis)

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Cumplió con creces su misión. Reconvertido casi exclusivamente en tirador, esperó en la esquina su oportunidad. Y llegó. Ante los croatas encontró la fluidez que ninguno tenía en pista y logró 11 puntos vitales con tres triples incluidos para meter a los suyos en cuartos.

KSISTOF LAVRINOVIC – Lituania (2,5 puntos, 2,5 rebotes y 1 asis)

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La espalda le dejó hacer bastante poco y su hermano gemelo hizo la faena de los dos. Cuarto pívot de la rotación lituana, tuvo minutos de calidad junto a Darjus en pista pero se quedó sin jugar durante tres partidos. Al borde de la medalla.

VÍCTOR CLAVER – España (2,3 puntos, 1,5 rebotes y 0,2 asistencias)

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Poca oportunidad tuvo el valenciano de la mano de Orenga. Apenas jugó una media de siete minutos por encuentro y no pisó la cancha en el partido decisivo ante Francia ni siquiera para defender a su compañero de equipo Batum. Imposible progresar desde el banquillo, estuvo aislado al igual que Reyes y Abrines.

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