Roberto Merhi sufrió el mayor fiasco de la Fórmula 1 (eso dicen los más entendidos) mientras se encontraba en Melbourne para debutar con un Manor en la Fórmula 1.
Los ingenieros del piloto valenciano no llegaron a tiempo para montar el coche.
No es tan solo que un coche no se clasifique por malos tiempos para poder tomar salida en la carrera del domingo, en en este caso el monoplaza que debía conducir Merhi ni siquiera salió a la pista.
La escuderia Manor Marussia contaba con el mismo coche que el año pasado al que debían introducir alguna mejoras.
Pese al secretismo que se vivió, los rumores del padock hablan de problemas de software que impedieron poner en
funcionamiento el coche.
No pudo rodar en ninguna de las tres sesiones de entrenamiento libres, ni tampoco en la calificación para la carrera y por tanto, el viaje a Autralia para Manor fue en valde. Merhi no sabe con certeza si tendrá la ansiada oportunidad en el próximo GP de Malasia.
Un revés inesperado que ha frustado el debút del segundo valenciano, tras Adrian Campo en la Fórmula 1.