Un día más, otro ‘dardo’ dialéctico más. Alfonso Rus ha cogido carrerilla y no hay quien le pare. El tono del discurso del presidente de la Diputación de Valencia y autoproclamado candidato a la presidencia del Valencia CF, a la que accedería como cabeza visible de dos de las ofertas vinculantes que maneja la Comisión Gestora a fecha de hoy, es aquel del que cree ciegamente en sus posibilidades y no va a detenerse ante nada. Ni siquiera ante las órdenes del partido.
Poco le importa que partidos de la oposición como EUPV le adviertan de que debe escoger entre el fútbol o la política. O que el propio Alberto Fabra ya se haya manifestado al respecto de forma similar. Rus va con su verdad por delante y, aunque haya recelos en la Fundación VCF y en la Generalitat respecto a su línea de actuación en las últimas semanas, el alcalde de Xàtiva no se corta un pelo a la hora de recordar cuáles son sus ideales.
«Sólo obedezco a mi padre y a mi madre, no obedezco a nadie más», dijo en la Cadena Ser cuando se le preguntó si seguiría las pautas marcadas por Fabra en este sentido. Y fue más allá al optar por una postura de fuerza cuando se le planteó la posibilidad de que sus aspiraciones en el mundo del fútbol no gusten dentro del Partido Popular de la Comunitat.
«A mí no me ha obligado nadie a nada: en la vida. Nada. Esas obligaciones me lo tienen que decir cara a cara. Yo tengo 63 años aunque me maquille y parezca más joven. Hace muchos años que no me ha obligado nadie. Me obligo yo, porque soy una persona con sentido común», agregó.
FABRA NO ENTRA AL TRAPO
El jefe del Consell no va «a entrar» en batallas dialécticas con uno de los cargos más ‘revoltosos’ del partido en toda la Comunitat. Alberto Fabra se limitó a comentar que «cada uno sabe lo que tiene que hacer» cuando se le preguntó de nuevo por las aspiraciones de Rus de alcanzar la presidencia del Valencia. Dicho comentario fue realizado tras la clausura del primer Congreso Internacional sobre Liderazgo.
Foto: Diputación de Valencia