Valencia, mi buen amigo

Esta semana ha sido muy dura para todos aquellos que llevamos dentro de nuestro alma al Valencia CF. De nuevo volvemos a temblar por aquello que vemos a diario en la prensa. Alguna vez ya he escrito sobre este tema, pero jamás me cansaré de repetirlo una y otra y otra vez.

Como aficionados del Valencia CF debemos saber de nuevo cual es nuestro sitio. Y ello implica no intoxicarnos de todo aquellos que rodea al club, porque nuestro sitio es arropar al escudo, el hacer ver a aquellos que lo atacan que también estamos nosotros detrás. Que no sólo deben hablar del aval, que no sólo deben hablar de la deuda: debemos hacerles ver que cada paso que dan afecta a miles y miles de sentimientos repartidos por todo el mundo y, por ello, debemos dar ese paso adelante y saber aportar lo que necesita el club ahora mismo.

Para mi, el Valencia CF es igual que una persona. Y una persona sufre y tiene sentimientos: por ello, cuando sufre la apoyamos y estamos a su lado. Yo hago lo mismo con el Valencia Club de Fútbol y es lo que voy hacer siempre: seguir defendiéndolo y luchando por él, estar a su lado más que nunca, demostrar que soy su buen amigo.

Creo que él lo agradecerá ya que esta triste, ‘tocado’ porque nadie tiene un gesto bonito hacia él. Porque le tratan como un juguete, lo vapulean de un lado a otro y nadie es capaz de cogerlo y arroparlo.

Ahora es cuando hay que darle ese cariño, sean cual sean los resultados, sea cual sea el desenlace. Demostrémosle una vez más -y nunca será la última- que estamos a su lado, que somos ese hombro en el que apoyarse. Démosle la fuerza y el empuje que necesita para que, así, plante cara a todos aquellos que lo atacan e intentan desacreditarlo.

Ha llegado el momento de que el romanticismo inunde la ciudad que es su cuna. Ha llegado el momento de que todos vean los cientos y cientos de amigos que este gran club tiene a su lado.

 

Paco Rausell (@PacoRausell)

Curva Nord Mario Alberto Kempes

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