La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) rebaja un 10% la previsión de caqui para la próxima campaña debido a las adversidades climáticas que han sufrido los campos valencianos como las olas de calor o las tormentas de granizo. Todo ello ha producido una «importante» caída de frutos de árboles adultos de nuevas plantaciones, y por ello se estima que las toneladas se queden en 200.000.
Este es el resultado de un estudio técnico que ha elaborado la organización y que concluye también que el árbol que menos frutas produzca seguirá logrando un «calibre óptimo» para su comercialización en los mercados europeos principales.
AVA-Asaja también indica que la superficie y el potencial productivo de este cultivo subtropical está experimentando un crecimiento medio del 20% anual. Según el Ministerio de Agricultura, la Comunitat Valenciana tiene el 88 por ciento de la superficie nacional de caqui con 11.862 hectáreas, frente a las 9.580 de 2013 y las 7.995 de 2012.
Pero a pesar que actualmente existen explotaciones jóvenes de tan sólo cuatro o cinco años, y que empiezan a producir a «pleno rendimiento», las previsiones de cosecha «van a la baja a medida que el sector ha ido detectando una caída de frutos, primero en los árboles adultos y finalmente en esas nuevas plantaciones de una manera todavía más intensa, llegando en algunas parcelas a afectar a más de la mitad de la fruta».
El colectivo agrario asegura que detrás de este descenso de productividad están las inclemencias del tiempo que se han vivido en los meses de primavera y verano. La ola de calor de mayo «provocó problemas en la fase del cuajado del fruto, lo que causó una primera ‘escombrà’ más acusada de lo habitual». A esto se suman los daños «puntuales» ocasionados por las tormentas de granizo a finales del mismo mes y la segunda mitad de julio en explotaciones de comarcas como La Ribera, la Vall d’Albaida o La Costera. Además la escasez de precipitaciones, «no han contribuido a mejorar las perspectivas de la presente temporada».
La buena noticia es la evolución «decreciente en las estimaciones de aforo y los buenos calibres de la fruta abren unas expectativas comerciales favorables para los agricultores valencianos». De hecho, los operadores comerciales desde hace «varios meses» «están cerrando operaciones de compraventa con vistas a disponer de un suficiente suministro de calidad para atender los primeros pedidos». Por ello, la organización «anima a los productores a defender una cotización digna que les permita aliviar las dificultades económicas derivadas de otras producciones».