Vivimos momentos de incertidumbre en todos los órdenes socio-políticos, seamos o no conscientes de ello, donde nos vemos enfrascados en una lucha entre la seguridad y la libertad, en todos los órdenes, y la seguridad versus la libertad monetaria es uno de estos frentes. Tengan ustedes por seguro que dentro de 10 años el mundo va a ser mucho más diferente de lo que nos creemos. Parafraseando a aquel famoso dirigente político de los años 80: “A este país no lo va a reconocer ni la madre que la parió”.
La ciudadanía desea seguridad y a la vez libertad monetaria, es lógico. Queremos bancos estables. Queremos moneda estable en la que invertir nuestros ahorros para nuestra jubilación. Debemos ahorrar puesto que la pirámide poblacional española está invertida, y es seguro que la pensión estatal será en un futuro insuficiente o prácticamente nula. Ante esta tesitura lo lógico sería ahorrar (quien pueda) en euros, oro o propiedades en bienes raíces.
Pero, ¿es cierto que este tipo de ahorro es lo más recomendable?, ¿es el euro seguro?, ¿Fue el euro seguro para quien invirtió en participaciones preferentes, obligaciones subordinadas o acciones de unos conocidos bancos recientemente estatalizados?
¿Son seguros unos bancos que, como el Deutsche Bank, el más grande banco alemán, sobre el que se rumorea que está quebrado a día de hoy?, ¿Es seguro que en la próxima revisión de la deuda griega no se declare la bancarrota del país y con él de muchos de sus bancos prestatarios, alemanes muchos de ellos, implicando con ello la caída del euro?,
¿Es seguro el dólar? . Dólar cuya masa monetaria se ha multiplicado por más de cinco en los últimos cinco años, prometiendo un futuro de inflación sin precedentes en EEUU. Inflación que, no olvidemos, es conocida como el impuesto de los pobres…. Cuidado con la seguridad de estas monedas porque pueden diluirse como azucarillo en aguardiente.
No pretendo ser alarmista, pero sí deseo que el lector reflexione de en qué punto nos encontramos, y piense usted en qué quieren decir los gobernantes cuando dicen que el euro o el dólar son monedas seguras frente a monedas emergentes descentralizadas como el Bitcoin. Quizás el concepto de seguridad y libertad monetaria depende de las gafas con que se mire. Quizás no es igual para la gente de la calle que a los gobernantes.
Es cierto, no puedo afirmar que el bitcoin sea ahora, a día de hoy, una moneda segura en la que depositar nuestros ahorros de la forma que hacían nuestros padres cuando ahorraban en pesetas. Estamos todavía en una fase de adopción primigenia, pero también es cierto que grandes empresas como Microsoft, Ebay, etc ya han puesto su mirada en bitcoin y otras criptomonedas como Ethereum.
En Dinamarca y pronto, en el resto de países escandinavos quieren hacer desaparecer el dinero físico en monedas y billetes y hacer todas las transacciones electrónicamente. Se registrará dónde, cuándo y a quién se hace la transacción. Imagínese dando un euro al mendigo de la esquina con una tarjeta de débito o smartphone.
¿A quién sirve esto? La excusa es para controlar el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, lo cual nos debe parecer muy bien, pero esto no impedirá que los políticos se beneficien de este gran aumento del suministro a la hacienda pública por medio del aumento de recaudación debido a este control absoluto de todas las transacciones.
¿Queremos esto? Al principio la gente estará feliz y ufana sin utilizar esas farragosas monedas y manoseados billetes, pero llegará un momento en que el ciudadano verá que esto no redundará, del todo, en interés de la ciudadanía, sino que propiciará, entre otras cosas, la financiación de los próximos pufos gubernamentales. Y ante esto la gente se escapará del férreo control de capitales y empezará a hacer transacciones con otro tipo de “monedas” ya sea el oro, la plata, el bitcoin o los cupones del hipermercado. La gente es libre o por lo menos intenta serlo y la libertad monetaria es parte de sus anhelos.
¿Es segura la Seguridad? ¿Es segura la Libertad? Lo seguro es que nos esperan tiempos convulsos. Como dijo Frederic Katz: “Dios nos libre de vivir tiempos interesantes”…
La
Libertad monetaria
, de un Bitcoin libre, p2p y descentralizado está aquí para quedarse, no hay vuelta atrás. No se pueden poner puertas al campo, como ya quedó claro con la red bittorrent de descargas p2p. El futuro es de quien quiera abrazarlo.
Articulo colaboración de Vicente Emilio Enguídanos Sanchis