Agua para todos, sí. Hoy queremos hablarles de algo más que de política, pues al fin y al cabo, los gobiernos e instituciones públicas están para algo más que para ganar votos. Están para gestionar. Y gestionar, queridos amigos, es exprimir al máximo los recursos disponibles para ofrecer el mejor servicio posible. Con el agua, uno de los bienes más preciados y valiosos de nuestro planeta, pasa algo parecido. Hay que huir de batallas políticas de unos y de otros, y buscar soluciones duraderas, y sobre todo, cambiar de mentalidad en su uso. Nos va el futuro en ello.
Un ejemplo es la gestión realizada estos días en la Unión Europea, y que no podemos pasar por alto dado su importancia para nuestra región. Una delegación del Consell ha negociado con altos funcionarios de la CE la posibilidad de financiar con fondos europeos los planes de reutilización de aguas residuales y la utilización de energías renovables en materia de agua que promueve la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana.
El medio ambiente, tan frágil en estos tiempos de consumo desenfrenado y guerras relacionadas con el control de materias primas, debiera estar en el centro del debate político, junto con otros temas de rabiosa actualidad. Crisis de unos partidos, de otros, de líderes, de cargos… las hay y las habrá, pero si algo quedará para nuestro futuro es lo que hagamos para con las generaciones venideras.
Un buen político tiene que ser un buen gestor, y es cierto que muchas veces los medios somos responsables de dar a conocer lo que está bien hecho, pues al final de la partida ya saben que aquello bueno solo se cuenta a dos personas, y lo malo a diez. Hagamos piña entre todos, seamos ejemplo de que dar agua para todos, casi siempre es posible.