Bravo, doña Gabriela

El sueldo de nuestros políticos

Ayer anunciaba el ayuntamiento de Valencia que iban a practicar una reducción sustancial en los sueldos de todos los componentes de la corporación. Tal vez, la más notoria es la de Joan Ribó, de un 20%, pasando de los 100.000€ anuales que percibía su predecesora Rita Barberá a 80.000€. También ayer, el portavoz de Podemos, Antonio Montiel, hacía público que, tras recibir su primera nómina, los diputados de su grupo decidían reducir su salario y dejarlo en tres veces el salario salario mínimo interprofesional, es decir, 1945,8€ mensuales; además también renunciaban a la asignación para aparcamiento para el grupo parlamentario, cifrado en 50.000€. Algunos dirán que es política de gestos, de demagogia lo tacharán otros, pero tampoco les quedaba otra después de pasarse las últimas legislaturas criticando los abultados sueldos de nuestros políticos los primeros (Compromís), y los segundos (Podemos) haciendo de ello bandera en la pasada campaña electoral. En cualquier caso es indiscutible que las condiciones laborales de los trabajadores se han visto muy mermadas en los últimos tiempos, sobre todo en las capas más bajas de nuestra sociedad, por tanto, no podemos más que aplaudir estas de decisiones que además de ser justas, también suponen un ahorro en las arcas públicas.

Casi al cierre, nos llegan las declaraciones de Mónica Oltra en relación con el caso del exjefe del Consell (por gracia de Eduardo Zaplana) José Luis Olivas. Propone la vicepresidenta que Olivas pierda los “honores” como expresidente de la Generalitat por su inclusión en el “Operación Coral” y en este caso tampoco podemos estar más de acuerdo, de hecho es una opinión que hemos hecho pública tanto en este periódico, como en nuestra radio hermana NewsFM. Si la bajada de los sueldos de nuestros políticos toca el plano de lo económico, lo práctico, en el caso de Olivas, se trata de lo simbólico y es de justicia que quien no merece un honor, no lo reciba. Lo uno y lo otro son necesarios y van en la linea de lo que demanda la sociedad en los tiempos que corren.

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