‘Made in Valencia’ podría, o debería ser la marca que todos quisiéramos buscar a la hora de ir a comprar. Falta nos hace. Piensen en la polémica reciente de las naranjas de Sudáfrica que tanto daño hace y hará al tradicional sector valenciano. Valencia tiene muchas cosas, y muchas de ellas buenas. No podemos quedarnos sólo con lo malo. Para muestra, alejados de lo típico, la paella, las playas, los pueblos y los paisajes, el cine.
No todo el mundo sabe que los cortometrajes valencianos ‘Graffiti’, de Lluis Quilez, y ‘Oa’, de Jaime Maestro, han sido preseleccionados por la Academia de Cine para participar en las nominaciones de las categorías de cortometraje de los Premios Goya de 2017.
Dentro de la categoría de ficción ha sido preseleccionado ‘Graffiti’, dirigido por Luis Quilez y producido por la productora valenciana Ainur Films. Se trata de un cortometraje de ciencia ficción, ambientado en un mundo apocalíptico, que está interpretado por Oriol Pla. En su recorrido por festivales, ‘Graffiti’ ha ganado el premio al Mejor Cortometraje Europeo y el Mélies de Plata en el Festival de Sitges, el premio al mejor corto en los festivales de Santa Bárbara y de Ciencia Ficción de Boston, entre otros. ‘Grafitti’ forma parte del catálogo de promoción del cortometraje valenciano ‘Curts 2016’ y ha contado con las ayudas a la producción del Institut Valencià de Cultura, que se convocan anualmente a través del Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinmematografía (IVAC).
Hay talento, hay clase, hay materia prima para hacer una Valencia nueva, más abierta al mundo si cabe y sobre todo, más europea.
Seamos duros con quienes nos manchan el nombre como pueblo, con quienes roban, con quienes engañan, sí. Pero sepamos también poner en valor