Hoy comparece el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, Rafael Climent, en les Corts para explicar las políticas que desarrollará su departamento en la presente legislatura. Estamos a la espera, y no solo nosotros, también toda la ciudadanía y la mayoría del parlamento valenciano, por saber qué políticas económicas llevará a cabo el Consell presidido por Ximo Puig. Es cierto que tanto Climent como el conseller de Hacienda y Modelo económico, Vicent Soler, juegan contra jugadores con las cartas marcadas, esto es, la infrafinanciación del Estado, la deuda contraída por gobiernos valencianos anteriores, el déficit, los ruinosos “grandes proyectos” o las multas que la Unión Europa nos va imponiendo por mala gestión. Pero todo esto o parte, lo sabían o lo sospechaban antes de concurrir a las elecciones. Esta bien, que nos expongan cuánto debemos, cuánto podemos gastar y cómo piensan cuadrar este círculo, pero sobre todo, que nos digan qué solución tienen para la economía valenciana. Los sectores productivos valencianos necesitan saber cuál va a ser la apuesta del Consell en materia económica. Y deberán presentar alternativas al modelo anterior que tanto criticaron desde la oposición y decirnos finalmente qué tienen previsto, por ejemplo, para uno de los sectores que mayores beneficios viene reportando últimamente: el turismo.
De hecho, ayer, el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, informaba con datos de la Agència Valenciana de Turisme que el ejercicio 2015 se cerrará con un incremento de turistas cercano al 4% respecto a 2014, lo que en número absolutos se traduce en que 24 millones de turistas nos han visitado en el presente curso. Entre esos 24 millones destacan el número de turistas internacionales (250.000 más que el año anterior) y la rentabilidad del sector, que asciende 11 puntos, lo mismo que el empleo del turismo, con un incremento del 5%. Pero estos números los debemos atribuir a “la herencia recibida” -en este caso para bien- y al buen hacer de los empresarios valencianos del sector, pero también debemos tener en cuenta la coyuntura en zonas que son competidoras directas de nuestro turismo (como la inestabilidad política en el norte de África). En cualquier caso, Colomer, Climent, Soler y Puig deberán informarnos si piensan seguir un modelo de “sol y playa” que tanto han criticado y que todos los estudios dicen que si no se complementan con otra oferta lúdica y cultural, es un turismo que deja pocos beneficios y daña considerablemente nuestro entorno medioambiental por no ser sostenible. Seguiremos a la espera.