Las tradiciones, como todo en la vida, también vienen y van. Nos encontramos en pleno puente de Todos Los Santos, y cada vez con más fuerza, y siempre de la mano del comercio y el consumo, se ha implantado entre nosotros una nueva fiesta proveniente directamente de los Estados Unidos. Sí, nos referimos a Halloween.
Para decir verdad, ya los pueblos celtas celebraban ciertas fiestas de disfraces en torno a estas fechas. No obstante, la moda nos llega directamente desde América y parece que ha llegado para quedarse. Consumo, consumo y más consumo.
Como decíamos, las tradiciones vienen y van. Cementerios cada vez más vacíos de visitantes. Bien porque las familias pierden la costumbre de visitar a los difuntos en un día concreto, o bien porque aumentan prácticas como la incineración y su posterior depósito en casas u otros lugares, aunque para ello haga falta autorización expresa.
Halloween ha llegado hasta a las Fallas. Fíjense que haya algunas de ellas que celebran antes esta americanada, con todo el respeto debido a la libertad de celebrar esta fiesta, antes que el 9 d’Octubre, Día de la Comunitat Valenciana. Las tradiciones cambian, y también los usos y costumbres. Estén atentos estos días si pasean por el centro de Valencia, quizás vean una masa de gente, algunos de ellos zombis, que cargan con ingentes cantidades de alcohol, dispuestos a asustar a todo aquel se ose a entrar en su zona. Y no sufran, no lo harán con un susto, sino con las enormes cantidades de residuos y orines que se acumularán estos días en el centro de ciudades como Valencia.
Fiesta sí, pero con cabeza. Mantengamos las costumbres, y aunque no vayamos al cementerio a visitar a nuestros difuntos, seamos educadamente limpios y respetemos la ancestral tradición de respetarnos a nosotros mismos.