La agricultura mediterránea sigue “sin reconocimiento” en Madrid

Durante dos días estuvieron debatiendo en conferencia sectorial el ministro y los consejeros del ramo las cuestiones fundamentales sobre los criterios de reparto de la nueva PAC, “la más compleja y difícil de gestionar desde 1986”, en palabras del ministro, en España.

Más sombras que luces para el campo valenciano, según el sector. Ahora falta saber cuál es la opinión de la Generalitat que, desde luego, haría muy bien recociendo que la gran importancia de las frutas y hortalizas en el conjunto de la agricultura española: suponen más del 50% de la Producción Vegetal Final Agraria (PFVA), siguen sin tener recompensado su peso cuando de negociaciones políticas en materia agraria se trata.   

LA UNIÓ de Llauradors, la organización que reaccionó ayer tarde -pues las noticias del acuerdo alcanzado en Madrid llegaban con cuentagotas- aseguraba en un comunicado que el citado acuerdo ha establecido un sistema que restringe el cobro de subvenciones a los beneficiarios a partir de los 300 euros por hectárea.

Con este ajuste, afirmaron, más del 30% de los agricultores de la Comunitat Valenciana, caracterizada por el minifundio y parcelación de las explotaciones agrarias, quedarán fuera del sistema de ayudas.

Gobierno valenciano y sector defendían el límite de 100 euros, ya que, si bien, la agricultura valenciana no ha recibido históricamente subvenciones directas de la PAC, una vez incluidos los cítricos en dichos pagos de “apoyo”, éstos tienen que adecuarse a la realidad productiva. Y eso no se ha conseguido.

Según la UNIÓ es, otra afrenta, otra nueva discriminación. Todo ello sin olvidar que frutas y hortalizas reciben en España un 70% menos de subvenciones que el resto de cultivos existentes en España.

Competencia desleal

El modelo de aplicación aprobado en Madrid trae consigo, por tanto, una competencia desleal y discriminaciones entre productores. Una consecuencia que viene denunciando sistemáticamente la Federación de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX).

El sector hortofrutícola ha reiterado en vano que esta competencia entre productores “va en contra del modelo propuesto por la Unión Europea”.

En ese sentido, la UNIÓ recuerda que “la reforma europea quiere la convergencia entre productores en función de un criterio establecido por tipologías de la zona y no por el tipo de producción, como hasta ahora, pero  el modelo de aplicación acordado hoy en España desvirtúa totalmente la intencionalidad de la reforma europea”.

FEPEX va más allá al defender la inclusión de las frutas y hortalizas en el régimen de pagos directos (al igual que el resto de sectores agrarios) “precisamente porque hay dos principios básicos del derecho comunitario que se deben de respetar que son: no discriminación entre agricultores que desarrollen la misma actividad y no distorsión entre la competencia en el seno de la PAC”.

«No habrá 17 polítcas autonómicas»

El ministro Arias Cañete en conferencia posterior a la sectorial aseguró que «hemos acordado establecer un modelo uniforme con lo que no habrá 17 políticas autonómicas; un sistema que se basará en un reparto de las ayudas en función de comarcas agrarias y de los montantes recibidos hasta ahora y de cuatro tipos de orientaciones: secano, regadío, cultivos permanentes o pastos”.

Destacó que el modelo permitirá minimizar la convergencia interna y evitar las transferencias entre agricultores, ganaderos y territorio y que habrá un plan nacional de desarrollo rural que abordará programas supraautonómicas y compatibles con los autonómicos.

 

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