Según un estudio técnico efectuado por AVA-ASAJA, la comarca Utiel-Requena sufrirá una merma generalizada del 20 % en comparación con la cosecha media del último lustro y la oferta está previsto que no alcance los 140 millones de quilos.
Además, en términos como Camporrobles, Venta del Moro y Caudete de las Fuentes, consideran que apenas recolectarán la mitad de lo esperado tras la floración.
En La Marina, el moscatel también verá reducido su volumen de producción en un 20 % y llegará a mermas de hasta el 70 % en Gata de Gorgos y Xàbia, al contrario de lo que pasará en las comarcas centrales, así como La Hoya de Buñol y La Ribera Alta, donde está previsto un aumento del 15 % de la cosecha.
La organización agraria ha informado que entre las causas que hay detrás de estos descensos globales de producción destacan los intensos temporales de granizo registrados desde mayo.
También lo achacan a «las inusualmente bajas temperaturas durante los meses de abril, mayo y junio, que han favorecido la expansión de la marchitez fisiológica sobre todo en la variedad Bobal, que representa el 80 % del viñedo de Utiel-Requena».
Otras enfermedades que han causado perjuicios y han obligado a los viticultores a asumir más costes en los tratamientos son el oídio, black-rot y la yesca, un hongo que provoca el secado y muerte de la cepa y que no ha cesado de propagarse por toda la provincia de Valencia al no tener los viticultores ningún producto eficaz para frenar esta afección.
AVA-ASAJA ha animado los productores «a defender un precio digno, cuanto menos similar a la campaña pasada, ya que las condiciones objetivas del mercado en absoluto justifican la tendencia a la baja de un 30-40 % en vinos tintos que han venido experimentando las cotizaciones en origen durante los últimos meses».