La presente campaña juguetera de Navidad supone un “punto de inflexión” para el sector español ya que esperan que después de dos años con caídas de hasta el 12%, por fin las ventas se estabilicen. En esta línea, el presidente de la Asociación española de fabricantes de juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, prevé que en este año se puedan registrar ligeros crecimientos de un 1% en las ventas con una facturación que se situará en torno a los 1.100 millones de euros, cifra similar a la que se recaudó en 2012
Este aire de esperanza viene motivado, según el presidente de la AEFJ, por la mejora de la perspectiva económica ya que no se está destruyendo tanto empleo como en años anteriores, los funcionarios han recuperado la paga extra y los datos de distribución apuntan a una ligera recuperación. Asimimo, José Antonio Pastor explica que hay que tener en cuenta que 2012 estuvo marcado por la subida del IVA. Por ello, espera que la campaña navideña que está llegando a su fin “no sea tan negativa” como en años anteriores e incluso que las ventas aumenten en un ligero porcentaje. Así, ha recordado que entre un 10% y un 15% de las ventas del sector se concentran entre los días de Navidad y Reyes.
LA EXPORTACIÓN, EL BALÓN DE OXÍGENO
Las exportaciones, convertidas en el principal apoyo del sector del juguete durante estos años, siguen en aumento. Hasta el mes de agosto, las exportaciones en 2013 han aumentado un 3,78% en relación al año anterior, con unas cifras que sobrepasan los 222 millones de euros. Es destacable el aumento de la categoría de muñecas, un 27%, que refleja el éxito de estos juguetes en mercados exteriores como el ruso, que crece en un 20% como destino de las exportaciones desde nuestro país.
Siguen en aumento las exportaciones hacia países europeos, el principal mercado del juguete español, con crecidas en Francia (+13,45%), Portugal (+11,19) e Italia (+10,11%). Fuera de las fronteras de la Unión, junto con Rusia, también es importante el crecimiento de las exportaciones españolas hacia México con un crecimiento del 17,34%. Las importaciones, por su parte, continúan con una tendencia descendente, reduciéndose en un 9,26% respecto a 2012.
LOS JUGUETES PIERDEN SU ESPÍRITU
Las nuevas tendencias en el sector del juguete, la escasez de la demanda interna y la agresiva competitividad entre mercados ha obligado a muchas empresas valencianas jugueteras a poner la mirada en otros segmentos que les permita cuadrar los números de sus negocios o incluso a trasladar la producción de las piezas de sus productos a países emergentes donde el coste de fabricación es mucho inferior, lo que se ha traducido en una pérdida paulatina del espíritu tradicional juguetero.
La firma valenciana Falomir, con sede en L´Eliana, firmó en 2004 un acuerdo con una empresa juguetera china y en la actualidad el 30% de su producción tiene raíces chinas. Así en Asia elaboran las piezas más grandes de sus juguetes y después, ya en suelo valenciano ensamblan con otros elementos para configurar el juguete o juego final. La juguetera valenciana, continúa fortaleciendo su división internacional, un área en la que ha experimentado un crecimiento del 25% en ventas durante el primer semestre de 2013, gracias a la incorporación de mercados de habla hispana como Bolivia y a la comercialización de productos de carácter educativo y juegos de mesa.
En el año 1957 un total de 25 pequeñas empresas de Onil – Alicante- se unieron constituyendo la firma Famosa y durante el siglo XX vivieron momentos bajos combinados con otros de esplendor gracias a productos como el Playmobil. Sin embargo el siglo XXI no les sentó nada bien a la firma alicantina y supuso su fin como empresa española. En 2002, Famosa seguía constituida por la veintena de familias fundadoras que sufrían una severa crisis y finalmente fue adquirida por un grupo inversor liderado por Inveralia y Torreal y un año más tarde las firmas fusionaron sus fábricas y se vendieron a la ya desaparecida Caja de Ahorros del Mediterráneo CAM, Inveralia y Torreal, Ahorro Corporación.
En 2005 comenzó a deslocalizar parte de su producción a China y significó la quiebra para muchas familiar y empresas del sector. Finalmente en 2010 fue comprada por el capital riesgo estadounidense Sun Capital y perdió así el poco espíritu valenciano que le quedaba.
Algo parecido pasó con la firma alicantina Feber, fundada en 1965 y que durante la década de 1980 se convirtió en una de las principales marcas de juguetes, con productos como las muñecas Chabel o Baby-Feber. En enero de 1992, Feber presentó suspensión de pagos y en 1993 dejó de producir muñecas y se especializó en aparatos de motor y estructuras de jardín para niños. Finalmente en septiembre de 2006, Famosa se hizo con el control de Feber y mantuvo su modelo de negocio y se convirtió en otra firma valenciana que acabó en manos de los americanos.
La empresa Juguetes Picó, de Ibi, fue fundada en 1942, se convirtió en sociedad anónima en 1977 y logró el liderato del sector español de carritos de muñecas. En 1998 fue comprada en su totalidad por el grupo francés Smoby y en 2009 por el alemán Simba Dickie, que posee el 70% de sus acciones. Es una firma claramente exportadora, hasta el punto que las ventas al exterior suponen el 93% de su facturación. Da empleo a más de 100 trabajadores en su planta de Ibi y a 25 en su fábrica de Rumanía. Además, subcontrata localmente trabajos que ocupan a otras 15 personas.