Los Reyes que vienen… de Bruselas

Y no solo los que harán su aparición en miles de hogares españoles y el próximo lunes, día 6, cumpliendo así con una tradición milenaria. Qué les podemos pedir los valencianos a los Magos de Oriente, que realizaron un largo camino cargados de oro, incienso y mirra para honrar el alumbramiento de un niño en Belén llamado Jesús?
 
Cómo podremos asumir los numerosos retos económicos que permitan a la Comunidad Valenciana el resurgir industrial, el aumento del empleo y el posicionamiento nacional e internacional de nuestro territorio en este año 2014 qué acabamos de comenzar?
 
Una región europea, ya que está de moda este término, que ha sufrido como pocas un gran deterioro de su imagen lastrada por la crisis económica, pero también por la múltiple sucesión de errores en muchos ámbitos sociales y políticos.
 
Pues de momento, Los Reyes Magos auguran, más que traen, a falta de datos puesto que aún nos encontramos en la recta final de la campaña navideña, y más allá de las previsiones optimistas anunciadas por Rajoy, que veremos si se cumplen o no, una significativa recuperación del consumo, tanto en el pasado diciembre como en estos inicios de enero.
 
No vamos a descubrir la importancia económica que para el comercio y la hostelería tiene la campaña navideña. Sin embargo, y a diferencia de ejercicios anteriores, las sensaciones apuntan a una leve recuperación del mercado, tal como demuestran los indicadores de noviembre con un crecimiento del 2%.
 
Tal vez empecemos a quitarnos el miedo para este 2014 debido a las previsiones del gobierno y de los organismos económicos internacionales, o tal vez pensemos que es el momento de dinamizar nuestra propia economía después de la prolongada contracción sufrida.
 
Estos factores son indiscutiblemente un elemento a tener en cuenta, como el hecho de encontrarnos en una tendencia alcista favorecida en los últimos meses de 2013 por una mayor confianza de la economía internacional hacia las reformas estructurales españolas.
 
Pero no podemos obviar los numerosos problemas que acechan a la economía española, y no lo olvidemos, también a nuestra competitividad. Porque el teóricamente camino de la recuperación no ha dado ni tan siquiera sus primeros pasos, a pesar de que hayamos tenido a priori una campaña navideña más positiva que en años anteriores.
 
Porque España se enfrenta a la exigencia de cerrar su déficit de 2013 en el 6´5%, circunstancia que se encuentra en la picota, mientras que para este 2014 recién estrenando las previsiones apuntan en términos de incumplimiento similares, quedando por debajo del 6%.
 
Ello significa que el Gobierno tiene el reto de contener la deuda pública, ya que sigue creciendo casi sin freno, a pesar de las reformas ya realizadas, la reducción real de las administraciones públicas, y dotar de oxígeno financiero a las empresas para que puedan generar empleo.
 
Ello significará poner en práctica el modelo de mini contratos por horas, días y servicios? Pues parece inevitable, a tenor de la reforma ya aprobada por el Gobierno, para tener tan solo cuatro modelos de contrato en nuestro mercado laboral.
 
Tal vez con su aplicación consigamos mayores ratios de competitividad, impulsados por una productividad más acorde a las directrices del mercado laboral actual donde impera el desarrollo del talento, la multi diversificación de tareas o la auto formación continua del individuo en 
 
lugar de calentar durante horas el sillón de la oficina sin mucho sentido. Queridos Reyes Magos…como empezaría la carta de cualquier niño, traigan por favor una mayor dinamización de nuestra economía, como nos siguen exigiendo desde Bruselas, por el bien de una sociedad española que resulte mucho más competitiva para huir de los rígidos cánones improductivos.
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