El Premio Jaime I de Emprendedores ha sido para el fundador de LLao LLao, Pedro Espinosa, pionero del frozen yogurt en España. El jurado ha concedido por unanimidad este galardón, por conseguir implantar exitosamente una idea de negocio dirigida al gran consumo y apostar por un enfoque innovador para un producto maduro que se ha desarrollado rápidamente en España y en mercados internacionales. El jurado considera llaollao un ejemplo de emprendimiento joven, digno de resaltar en la sociedad actual necesitada de referentes.
En este sentido, Pedro Espinosa, reconoce que no se esperaba el galardón, dado “el nivel del jurado y del premio” pero asegura que “es un empujón de ilusión y de fuerzas muy grande”. Asimismo, admite que el premio económico es lo menos significativo, «lo más importante es el impulso personal que te da ganar un premio así”. El Premio Rey Jaime I al Emprendedor está dotado con 100.000 euros y está patrocinado por Mercadona, EDEM y AVE. “Probablemente destinemos la aportación económica a mejorar la optimización de la línea de producción para poder ser más eficientes”, adelanta Espinosa.
Para el fundador de llaollao, el éxito de su empresa se debe a varios factores como: la especialización en un producto, tener un precio competitivo y de calidad, buena ubicación y ofrecer una experiencia diferente al consumidor más allá del producto. Asimismo da dos consejos al futuro emprendedor, uno valiente y otro precavido. El valiente, que crea en su empresa por encima de todo y el precavido, que sea consciente de que necesitas dinero y un buen colchón para sacar adelante el proyecto, “tienes que saber hasta dónde tienes que invertir para no arrastrar a tu propia familia si las cosas van mal en tu negocio. Lo más importante para asegurarte el éxito de una empresa en la liquidez”, apunta.
El fundador de llaollao visionó el futuro que tenía el yogur helado como refresco en 2006 y con 24 años creó su empresa, un proyecto que se ha expandido mediante franquicias hasta contar en la actualidad con 130 locales con presencia en más de 14 países y tener una plantilla de 750 personas.En 2012 el grupo facturó 26 millones, “no está mal para vender tarrinas”, bromea Espinosa, unas ventas que espera igualar o superar este año.